DONOSTITIK.COM Entrevista a Natalia Diez-Caballero, directora de Hirukide.
Euskadi cuenta con un índice de 1,3 hijos por mujer frente al 2,1 necesario para el relevo generacional. La otra cara de la moneda: en el País Vasco hay 30.331 familias numerosas de las que 11.350 están en Gipuzkoa.
Hirukide, la asociación de familias numerosas vascas, cumple veinte años. Veinte años defendiendo que “todo gasto público en la infancia es una inversión”, como afirma la directora de la entidad, Natalia Diez-Caballero. Más cuando la sociedad está tan necesitada de niños. Las cifras hablan por sí solas: Euskadi cuenta con un índice de 1,3 hijos por mujer frente al 2,1 necesario para el relevo generacional. “Si a esto sumamos una baja tasa de mortalidad nos asomamos hacia un serio problema de envejecimiento”. La otra cara de la moneda: en el País Vasco hay 30.331 familias numerosas de las que 11.350 están en Gipuzkoa.
Hirukide cumple 20 años. ¿En qué dirección le gustaría crecer?
Lo que queremos es que nuestros representantes políticos tengan en cuenta la “perspectiva familiar” en cada una de las normativas. La familia está presente en todos los ámbitos: la educación, la vivienda, el empleo, el transporte, los impuestos, la cultura… y si no se tiene en cuenta esto difícilmente seremos justos con las realidades que viven las familias con hijos. Algo que se agudiza en el caso de las familias numerosas.
Por otro lado queremos crecer como asociación que representa a este colectivo para tener una mayor capacidad de interlocución. Es importante el número de familias que nos respalda. Actualmente están asociadas 8.300 familias numerosas de todo Euskadi, que son casi un 30% del total, por lo que tenemos un amplio margen de crecimiento. Y animamos a las familias que aún no se han asociado a que lo hagan.
En relación con el poder político, ¿cuáles son sus principales reivindicaciones?
Que se legisle y gobierne introduciendo la perspectiva de familia para que se garantice un mínimo común de protección.
Pedimos que se sienten las bases de un modelo social, solidario y sostenible, que valore adecuadamente la aportación al progreso social que representa el hecho de tener hijos. Para ello es imprescindible que el gasto público destinado a infancia se considere una inversión. Esta inversión es ya ineludible para Euskadi, que cuenta con datos de envejecimiento poblacional y tasa de natalidad de los más desfavorables de Europa.
Pedimos la aplicación del sistema de renta familiar estandarizada. Un sistema que pondera los ingresos familiares en función de las circunstancias de las familias, y que debería establecerse en servicios de cualquiera de las administraciones vascas (copago farmacéutico, becas universitarias y no universitarias, acceso y ayudas a vivienda, bonificaciones en impuestos municipales…) Y si se mantiene este sistema en las ayudas económicas por hijo a cargo, que sufra un incremento llegando a los 1.200 euros anuales, quitando la reducción del 7% actual. Y es que en la mayoría de las familias medias de terceros hijos y sucesivos se ha pasado de percibir en siete anualidades 6.300 euros a cobrar 3.500 euros.
También solicitamos una fiscalidad más justa con las familias que se adecúe a las circunstancias personales y familiares del contribuyente, de tal manera que en uno de los impuestos personales como es el IRPF se grave en función de la capacidad económica real, es decir, sobre su renta disponible, teniendo en cuenta el coste que supone la crianza y cuidado de los hijos.
Consideramos imprescindibles más medidas de conciliación (incentivos fiscales a las empresas que racionalicen y flexibilicen sus horarios, más ayudas económicas a las familias, más servicios subvencionados que cubran todos los periodos vacacionales de nuestros hijos…), entre las que están la aplicación de los nuevos permisos de paternidad que se ha comprometido el Gobierno Vasco a implantar en 2019.
Junto a éstas hay muchas otras peticiones que se van a trasladar a las formaciones políticas de cara a las próximas elecciones forales y locales en materias como educación, transporte, vivienda, etc.
¿Cómo están las familias numerosas vascas respecto a las del resto de España y a las europeas?
La situación de las familias numerosas vascas no dista mucho de las del resto del Estado. En el IRPF sí tenemos una mayor deducción en vivienda, pero no una deducción por maternidad o familia numerosa como existe en el régimen común. En cambio, en Euskadi contamos con algunas ayudas propias como las de nacimiento de hijos o conciliación, pero que son para cualquier familia que tenga un primer hijo, segundo y sucesivos. En resumen: como familias numerosas no hay grandes diferencias entre las CCAA.
Respecto a Europa, una de las grandes diferencias es el concepto en sí de familia numerosa. Al tener tan desarrolladas las políticas de Familia, allí no distinguen entre familias numerosas o monoparentales u otro tipo de situaciones vulnerables porque tienen en cuenta la perspectiva familiar en todas sus normativas. Sin ir más lejos tienen unas ayudas directas por hijo con carácter universal que llegan hasta la mayoría de edad y en algunos países se extiende incluso hasta los 21 años o medidas fiscales más favorables a las familias que tienen hijos.
¿Cuáles han sido los grandes avances de los últimos años?
Uno de los principales avances ha sido la ampliación de la condición de familia numerosa hasta que el último de los hijos cumpla la edad máxima de 21 años o 26 si sigue estudiando. La inclusión de las familias numerosas dentro de los colectivos vulnerables para beneficiarse del Bono Social de la luz y actualmente dentro del Bono térmico también ha sido un logro muy trabajado estos últimos años. Y desde hace tres años las familias numerosas estamos exentas de pagar las tasas por la expedición o renovación del DNI y del pasaporte.
Durante los 20 años que lleva trabajando Hirukide ha ido en aumento la cifra de ayuntamientos que realizan bonificaciones en las tasas e impuestos municipales a las familias numerosas hasta ser actualmente un 39% los que bonifican a las familias numerosas en el IBI, vehículos u otros precios públicos (polideportivos, escuelas de música, etc).
La creación y comienzo de implantación del sistema de Renta Familiar Estandarizada es un avance para muchas familias numerosas al ponderarse la renta familiar según el número de miembros de la familia y las particularidades de ésta, ya que hasta ahora las ayudas sujetas a ingresos venían determinadas exclusivamente por una situación muy asistencial y vulnerable.
¿Qué falta para que aumente la natalidad?
Voluntad política real. Todo intento de mejora pasa por un presupuesto ambicioso y decidido para revertir la situación. Muchas tendrán que ser medidas y ayudas a la conciliación laboral y familiar, que reviertan en las empresas y las familias, pero también son importantes las que ayuden a los jóvenes a emanciparse, lograr un empleo digno que propicie una estabilidad laboral y económica.
Por otro lado hay que añadir los motivos personales. Hay muchos jóvenes que no contemplan a corto o medio plazo tener hijos porque no entra en sus expectativas personales o de pareja. Hay parejas que posponen el tener descendencia no por el coste económico, sino por el coste de oportunidades. Se preguntan a qué renuncian a nivel profesional y personal por el hecho de tener un hijo en ese momento. La pregunta es, ¿cuánto puedo esperar a tener un hijo antes de que “se me pase el arroz”?
Aquí entrarían más en juego campañas de sensibilización social para lograr un cambio cultural a favor de la maternidad/paternidad y que se vea como algo positivo.
Los problemas que hay de fertilidad, cada vez mayores, y en parte relacionados con la edad de quienes quieren ser padres, ¿no debería ser un asunto de Estado?
Sí, por supuesto. La problemática que sufre Euskadi con el envejecimiento de la población y el bajo índice de natalidad tendría que estar en las agendas públicas como un problema de primer orden para abordarlo con el mayor consenso posible y con medidas concretas y un compromiso presupuestario a largo plazo, comprometiendo a los gobiernos venideros.
Tenemos una Ley de 2008 de Apoyo a las Familias que adquiría un compromiso a 2020 de convergencia con Europa que no se ha cumplido. No obstante el año pasado se impulsó desde Gobierno Vasco una Estrategia de Infancia y Familia y un Pacto Vasco por las Familias y la Infancia que, junto al IV Plan de Apoyo a las Familias, indican que algo está cambiando. Al menos desde las administraciones e instituciones se está empezando a valorar y dimensionar el grave problema que tenemos con el envejecimiento poblacional y el mantenimiento del sistema de bienestar social como ahora lo entendemos.