Alicia y José Ignacio nos abren las puertas de su casa en Getxo para contarnos su experiencia como padres de familia numerosa. Esta vez, sus hijos Ignacio, Ana, Javier y Paula, también aportarán su punto de vista…
«Me cuesta mucho el estar fuera de casa pero, aunque ya se asume, intento llegar pronto»
¿Cómo y cuándo conocisteis la asociación? ¿Qué os impulsó a asociaros?
JI: Conocimos Hirukide a través de dos familias amigas que son socios desde el principio. Sin ser socios estuvimos en una de las primeras fiestas en Vitoria hace unos siete años.
A: Después oímos más cosas de la asociación por el tema de descuentos y valorándolo nos terminamos asociando.
¿Consideráis que familia numerosa es únicamente quién puede o también quién quiere? Se suele reducir únicamente a cuestiones económicas el hecho de tener un cierto número de hijos…
A: El tema del dinero influye en la decisión, pero el tener hijos es algo mucho más personal. Hay que ver a lo que estás dispuesto a renunciar o sacrificar.
JI: Nosotros no nos planteamos el tener familia numerosa como algo preconcebido. La vida nos fue diciendo si podíamos.
Alicia, el hecho de ser ama de casa y desempeñar tu trabajo diario en el hogar, ¿es una opción personal o consecuencia de lo hijos?
A: Sencillamente, porque vivíamos por entonces en Madrid y fui incapaz de dejar a Ignacio, el mayor, a cargo de otra persona doce horas al día. Con el tipo de vida que se tiene allí y las distancias, era muy difícil conciliar un hijo con el trabajo. Después vinimos aquí ya con dos hijos y no me lo he vuelto a plantear. Yo me siento muy a gusto en la casa y creo que así las cosas han salido más fáciles para todos.
José Ignacio, el trabajo diario, viajar, estar fuera sabiendo que tienes en casa a tu mujer y cuatro hijos, ¿cómo se lleva esa responsabilidad?
JI: Es complicado; esa responsabilidad es complicada y no es fácil de llevar. Me cuesta mucho el estar fuera de casa pero, aunque ya se asume, intento llegar pronto. Todos han crecido acostumbrándose a que no estás, pero si estás, estás de verdad. Realmente es complicado y es lo que peor llevo junto con la responsabilidad de ser el único que trabaja… Pero si hubiéramos trabajado los dos quizá no hubiéramos sido familia numerosa.
Deberes, estudios, amistades, gastos, enfermedades… y todo multiplicado por cuatro. De los hijos ¿qué es lo que más requiere vuestra atención?
A: Yo creo que no se multiplica todo por cuatro. Las experiencias de los mayores te van haciendo ver las cosas de forma diferente para los demás. Sí, multiplicas la ropa, la comida, el hacer camas,… pero hay determinados problemas que no llegan a multiplicarse por cuatro.
JI: No tienes una sensación de concentración en una serie de problemas. Quizá el tema académico sí es más complicado, pero con respecto a los amigos o amistades que tienen por ahora no tenemos problemas.
A: Ellos mismos van cogiendo criterio y nos cuentan. Además entre ellos, aunque hay sus piques y sus cosas, tienen bastante autocontrol. Yo tengo amigas con un solo hijo que están mucho más agobiadas.
Justicia, generosidad, solidaridad… pueden inculcarse más fácilmente si se tienen varios hijos, pero también pueden estar muy presentes las peleas, envidias, complejos, susceptibilidades… ¿Cómo lo vivís en el día a día?
A: Sin lugar a dudas todo depende de cómo lo vivas. Nosotros no permitimos las comparaciones e intentamos huir del echarse en cara cosas.
JI: No aceptamos nunca una comparación. Cada uno es como es y no tienen por qué mirarse en el otro. A uno le puedes autorizar una cosa y a otro no. No somos de debatir a priori todos los temas y cada cuestión. Damos órdenes cortas y precisas, porque si no entras en una dinámica agotadora.
A: Solemos razonar a posteriori. Ellos nos suelen venir después y decirnos que se han dado cuenta de qué pasaba o por qué habíamos tomado esa decisión.
¿Cuál es la mayor dificultad que debéis sortear en vuestro día a día como familia numerosa?
A: Hay momentos en el día más duros que otros. El final del día suele ser el más complicado.
JI: Física y mentalmente agota. Cuando estamos los dos solos, realmente no estás del todo solo, porque los temas de conversación giran en torno a los hijos y sus cosas. Físicamente puedes estar sólo, pero mentalmente nunca.
A: A parte de las dificultades económicas.
JI: Sin duda. Aunque las salvas sabiendo dónde están las prioridades. Sabemos que tenemos un tipo de coche o que no vamos de viaje todos juntos, pero no nos produce ningún problema especial.
A: Tenemos prioridades como la educación o formación y ellos lo tienen asumido. Y no suelen protestar porque ese tiene o el otro deja de tener. No hacen comparaciones.
¿Qué solicitud haría la familia Mazo-Ruiz de la Torre si se encontrase ahora mismo al Lehendakari?
JI: Yo lo tengo muy claro. Si quieres apoyar a la familia, empieza a tocar el IRPF de verdad. Menos subvenciones o ayudas por nacimiento y que ataque el IRPF. Además aquí el instrumento lo tiene él. Nuestra hija pequeña ya ha cumplido 5 años y esta familia se queda a cero de apoyo.
A: Es lo más justo. Que realmente se entre ahí. Yo no parto de la base de que hay que pedir cuando tú has querido tener hijos, pero si se está intentando evitar que se envejezca la sociedad y que se tengan hijos, enfócalo por la parte que haya más justicia. Yo recuerdo que mi jefe que era francés, deseaba que llegara la declaración porque tenía dos hijas. El mero hecho de tener dos hijas, tenía un impacto impresionante.
JI: Lo que no puede ser es que la diferencia entre tener dos hijos y tener cuatro, sea de punto y medio o dos puntos. Es un disparate, ganes lo que ganes. Es un tema de voluntad política y no quieren entrar a ello.
¿Por qué motivo deberían las familias numerosas vascas asociarse a Hirukide?
A: Porque la unión hace la fuerza. Siempre que tienes una motivación común, lo mejor es unirse. Estás buscando que la situación mejore para todos.
JI: Parece que ahora se vuelven a tener hijos y hay una corriente a favor y hay que aprovechar y empujar. Al final estás peleando por tener unas condiciones mejores para todos. La gente tiene que saber de alguna manera la contribución que estamos haciendo con nuestros hijos.
PREGUNTAS CORTAS
El mejor momento del día en familia : Entre semana, la cena y el fin de semana, la comida.
El peor momento: El anterior a la cena. El momento de duchas y preparativos.
Un deseo para la familia: Que sigamos igual. Que no se nos complique la existencia.
Las vacaciones perfectas: El poder ir toda la familia junta, y solo la familia, fuera a algún hotel.
HIJOS (Ignacio 15 años, Ana 13 años, Javier 10 años y Paula 5 años)
Lo mejor y lo peor de ser cuatro hermanos
I: Lo peor son los problemas que solemos tener a la hora de coger el ordenador. Ahí hay lío siempre. Lo peor es el compartir. Y lo mejor, no sé. Que aprendes a compartir y a otras cosas aunque no quieras.
A: Lo peor es compartir el ordenador. Y lo bueno es que no te aburres.
J: Sí, lo malo es lo del ordenador y que me pegan o me chinchan. Y lo mejor es que juego con ellos y que me defienden.
P: A mí me gusta tener hermanos.
¿Cuál es la principal cualidad del equipo que formáis esta familia?
I: Que nos llevamos bien.
A: Que es un equipo unido.
¿Tenéis alguna tarea o encargo en la casa?
I: Yo me encargo de hacer las camas el fin de semana, de bajar la basura y poner la mesa de vez en cuando. Si no, lo hace mi padre o alguno de mis hermanos. Bueno, y también hago de canguro a veces cuidando a mis hermanos.
A: Bueno… improviso. De vez en cuando pongo la mesa y cuando Ignacio tiene partido pronto, hago yo las camas y recojo la casa.
J: Yo, lo que me digan. Me encargo de recoger mi ropa y preparar mi mochila.
¿Os ayudáis con las tareas, estudios…?
J: A mí si me ayudan.
A: Sí, le ayudo yo. A mi no me ayudan; bueno sí, mi padre a dibujar.
I: Bueno… yo no ayudo mucho en los estudios. Ayudo en el deporte.
PREGUNTAS CORTAS
Mejor momento del día
I: Cuando se van todos y me quedo aquí solo. Como mucho hay una hora que me quedo solo en todo el día…
A: A la noche, cuando ya no tengo más deberes y he terminado todo.
J: Cuando estoy con el ordenador o la tele.
Peor momento del día
I: A la hora de ducharse y montar todo el tinglado para el día siguiente.
A: También, cuando hay que preparar todo para el colegio y el día siguiente.
J: El cole.
Un deseo para la familia
Los tres: Una casa más grande.
La vacaciones perfectas
I: Ir a Estados Unidos.
A: Ir a Huelva a casa de los abuelos o ir a cualquier sitio lejos de viaje.
J: Ir a un crucero o parque de atracciones.