Familia Aizpuru Lertxundi

Familia Aizpuru Lertxundi

José Miguel y Mª Gregoria nos abren las puertas de su casa en Zarautz, junto con sus 4 hijos: Iñaki, Alasne, Andoni y Joseba. Él, arrantzale de profesión y ella, actualmente en formación, nos cuentan su experiencia como padres de familia numerosa y socios.

«Estoy muy disgustada con el tema de los libros. Hay que seguir más a los colegios»

¿Cómo y cuándo conocisteis la asociación? ¿Qué os impulsó a asociaros?

Mª G: Nos lo comentó una amiga que tiene también 4 hijos y que vive aquí cerca. Al principio estás así como bueno… nos dijo también que daban unos vales de Eroski que estaban muy bien y nos animamos. Fue hace ya unos 6 ó 7 años.
J M: Mi hermano también está asociado y tengo una hermana, que no sé si lo estará. Somos 7 hermanos y tres con familia numerosa.

¿Conocéis la labor que desempeña Hirukide? ¿Cómo la valoráis?

J M: Nos parece bien. Nosotros solemos utilizar los vales que mandáis y otros descuentos.
Mª G: Y luego, recientemente todo lo del transporte que se está comentando. Yo de eso me quejaba mucho; decía, es que no hay derecho porque pides el descuento de familia numerosa para un viaje suelto y te lo dan. Pero, si vas a andar a menudo, te dicen que tienes un bono de 10 que te sale mejor. Y le dices ¿el bono de 10 no tiene descuento para familia numerosa? Pues ya no me estás haciendo nada, me estás haciendo lo mismo que a los demás. Ahora ya nos hemos enterado, andamos con los chavales con el billete único, y ahí ya hemos visto que han hecho la tarjeta nueva ahora y andamos en ello.
J M: También hemos usado el Makro alguna vez y en McDonald´s.

¿Qué más crees que se podría hacer desde Hirukide? ¿Qué echáis en falta?

Mª G: Yo estoy muy disgustada con el tema de los libros. Hay que seguir más a los colegios; que cualquiera tenga que pagar en una enseñanza obligatoria semejante cantidad de dinero y estar en manos de las editoriales, tenemos un cabreo con eso… y encima tenemos que renovar todos los años los libros y con los gemelos, encima, por partida doble. Como familia numerosa no recibimos ninguna ayuda en esto. Echamos en falta mucha ayuda en lo de los colegios.
Por otra parte, cuando eran pequeños, el mayor muy movido, la niña llorona, los gemelos y José Miguel en la mar… he tenido momentos que seguir trabajando es que era imposible, pero él en la mar y si no pescaban… Yo desde luego hubiera optado por no trabajar si hubiera tenido algo de ayuda.

La vida de una familia numerosa no es que sea precisamente sencilla… en vuestro caso, con un marido arrantzale aún lo será menos…?

J M: Yo al año estoy en la mar casi nueve meses.
Mª G: Nos arreglamos de aquella manera. Gracias a los abuelos, que viven aquí a 50 metros. Nos han dado todo el apoyo.
J M: Es duro. No es fácil, sobretodo para el tema de la educación. Yo a veces sigo una línea y ella otra y cuando venía yo, se adaptaban a una forma y luego cuando me iba ella tenía que llevarlo ella como podía.

¿Cómo conseguís planificaros y afrontar cada etapa con los imprevistos que a veces acarrean su profesión? ¿El no saber a veces cuántos días va a estar exactamente fuera…?

Mª G: Al principio con los abuelos. Luego guarderías, pero yo trabajaba por las mañanas y tardes y quería acogerme a una excedencia o reducción de jornada y me decían que era problema mío… Después, con los gemelos, en verano teníamos que coger a dos personas para que los cuidaran, porque con el mayor que era muy movido, la niña y dos pequeños… no se podía. No he tenido la suerte de tener a una persona siempre que nos echara una mano.
Y luego dejando la casa como se podía. Tenía que optar o por tenerla perfecta y muy organizada o ir haciéndola como se pudiera. Optamos por intentar simplificar y, sino estaba la casa perfecta, ya se limpiaría al día siguiente.
Pero el planificarse no era fácil. Y eso que hemos tenido suerte y ha podido estar él en los tres partos. A mi me solía dar una pena, ver las mujeres de marinos que habían tenido un hijo y sin el marido, en un momento tan bonito.
J M: Sí, de Bermeo tuve que venir en taxi corriendo y casi llegamos tarde.

Y ahora que vuestros hijos ya están creciditos… ¿qué etapa ha sido más compleja o dura?

Mª G: Hasta hace 3 meses o así, hubiera dicho que la infancia, porque colaboran bastante y ayudan en la casa; nunca hemos tenido ningún problema con ellos, ni para salir por las noches ni nada. Pero desde hace 3 meses… se están empezando a descontrolar y el mayor, que se me ha echado novia… Ahora está empezando a salir la adolescencia y el no querer hacer las cosas que les corresponden, unos mínimos. En este momentos estamos en esa pelea continua y un poco agotadora. Ahora tienen asignada una paga en función de lo que hacen.

¿Qué creéis que os aporta tanto a vosotros como a vuestros hijos el hecho de ser familia numerosa?

Mª G: En muchos momentos a la pareja le quita mucho, desgasta, pero los hijos te dan mucha ilusión. Si hubiéramos tenido uno sólo, todos hubiéramos estado muy cómodos económicamente, pero él no hubiera estado acostumbrado a compartir y salir adelante, el aprender a ser destronado por otro hermano… Todo eso que vives. Es que el hijo único se da tortazos toda la vida contra la sociedad. Yo pienso que para todo, bien; con sus momentos, pero todo bien.

¿Cuál es la mayor dificultad que debéis sortear en vuestro día a día como familia numerosa?

Mª G: Diría el dinero, pero siempre nos hemos defendido. Fue dejar yo el trabajo y empezar a no haber anchoa para él… es la incertidumbre más que nada, pero te arreglas. Simplificas mucho; en ropa no gastamos demasiado y les enseñamos a ellos desde el principio que no puedes pagar mucho más por una marca, que encima le haces propaganda…
J M: Con cuatro hijos también están las dificultades para las vacaciones. Cuando eran pequeñitos íbamos a Canarias en invierno, a disfrutar del verano que no solemos tener, pero ahora el precio de los vuelos, las habitaciones del hotel… y ahora ya no se puede ir.

Y, además, ahora que ya nos dejan decir la palabra crisis… ¿cómo lo afrontáis en el día a día? Vuestros hijos, que ya tienen edad para entenderlo, ¿les habéis explicado que quizá no se pueda tener de todo…?

Mª G: Sí, eso ya se lo tenemos dicho desde pequeñitos; cuando venían diciendo que en clase les habían dicho una cosa o llevaban tal o cual ropa… Los niños lo han asimilado bien desde el principio y, además, yo pienso que es beneficioso. Aprenden el valor de apreciar lo que valen las cosas y con cuatro quizá es más fácil.
J M: Con las actividades extraescolares que están apuntados, bien, pero los campamentos de deporte en verano, también saben que son muy caros y ya sabe uno de los gemelos que juega a fútbol, que no se puede.
Mª G: De todas maneras los peques han sido buenos, se han criado fácil y no hemos tenido problemas con esto. Creo que es una de las ventajas de las familias numerosas. Nosotros hemos aprendido mucho con el hermano mayor y con los siguientes ya ha sido más fácil.

¿Crees que nuestros gobernantes están sensibilizados con las necesidades de las familias con hijos?

J M: Yo creo que, tanto decir que la natalidad ha bajado y todo eso y luego no hay nada serio.
Mª G: Nosotros hemos cobrado algo por los gemelos hasta que cumplieron los 10 años, pero ahora ya nada porque los críos están crecidos. Hoy en día la gente joven qué va a hacer, para meterse en un piso y tener un hijo… si tienen un hijo con suerte y todo. Y luego las empresas tampoco. La experiencia que tengo yo, fue muy mala. Al final, me concedieron la media jornada, pero luego me la quitaron. Hay mucha gente que no puede acogerse a ninguna reducción o excedencia y te dicen que es problema tuyo.

¿Un 30% de las familias numerosas de Euskadi ya están asociadas a Hirukide, ¿Qué diríais al 70% restante para que se unieran a la asociación?

Mª G: Que cuantos más estemos, más es la fuerza que se hace para cualquier cosa. Está claro que la asociación lucha por mejorar nuestros derechos. Yo creo que Hirukide ya está muy propagado entre los que somos familias numerosas.

PREGUNTAS CORTAS

El mejor momento del día en familia: Cuando estamos todos juntos en la mesa comiendo y uno cuenta una cosa y otro otra y estás a gusto…
El peor momento: Todo lo referente a la ropa sucia y la lavadora. Hay días que estás todo el rato quitando y poniendo.
Un deseo para la familia: Que sigamos siempre lo más cercanos posible o unidos, aunque luego cada hijo haga su vida.
Las vacaciones perfectas: En Canarias, como antiguamente, todos juntos y en invierno.

Hirukide-949