EL CORREO – EL DIARIO VASCO. 14 mayo 2022.
Mañana domingo, 15 de mayo, celebramos un año más el Día Internacional de la Familia, que fue instituido en 1993 por las Naciones Unidas, con el objetivo de aumentar la concienciación acerca de los temas relacionados con la familia y fomentar los lazos familiares. Es un día que invita a pensar cómo fortalecer nuestros vínculos más preciados para afrontar mejor los desafíos de nuestro tiempo.
Entre esos vínculos familiares, uno de los más importantes y profundos es el que se genera entre los hermanos. Esa relación afectiva y humana, en muchos casos indefinible, pero siempre única y especial. Y es ahí donde este año queremos poner el foco de atención desde Hirukide, en una fecha tan señalada. En la importancia y trascendencia de la figura de los hermanos para cada persona y dentro de la propia familia.
A lo largo de estos últimos años hemos venido impulsando diversas campañas de sensibilización con la que hemos querido mostrar mediante videos la importancia de la familia en su conjunto o de alguno de sus miembros en particular, reflejando a la par diferentes desafíos de nuestro día a día: padre en paro, madre buscando trabajo, cuidado de abuelos, trato con hijos adolescentes, corresponsabilidad o conciliación, etc. Muchos de ellos han alcanzado una gran difusión, gracias en gran medida a la universalidad, sinceridad y sensibilidad de su mensaje.
En esta ocasión, nuestra atención se centra en los hermanos y en el gran valor que tiene para cada persona el contar en su vida con uno, varios o muchos. Se trata de mostrar el peso y trascendencia que tienen los hermanos en nuestras vidas y en nuestra composición como personas. Y es que es en la familia donde los seres humanos nos humanizamos, donde iniciamos nuestro proceso de socialización y personalización. Es el verdadero centro de la existencia humana, donde, desde la afectividad, forjamos nuestras actitudes, motivaciones y hábitos. Y, en la medida en que esa familia tenga más miembros, ésta tendrá más capacidad de humanizar y socializarlos. De generar vivencias y experiencias compartidas, así como de situaciones diarias en las que enfrentarse a la posibilidad de aprender, interiorizar o desarrollar valores sociales y comunitarios.
En el nuevo vídeo de sensibilización que hemos realizado y en el que hemos recogido el sentir y experiencias de un grupo muy variado de personas con hermanos, el sentir general es que un hermano es un ancla, un refugio, un apoyo… y, sobre todo, un regalo. Pese a la distancia o el distanciamiento, los roces o diferencias, un hermano siempre está ahí. Es esa persona que quizá no pueda resolverte todos tus problemas, pero que sabes que hará lo posible para que no tengas que enfrentarte a ellos solo. Esa persona que sabes que está ahí y que pase lo que pase, sabes que siempre estará.
Pero si a alguien tenemos que agradecerles ese regalo que hemos recibido y rendirles un homenaje, es a los padres, ya que son ellos quienes han decidido hacérnoslo con la llegada de un nuevo hermano. Y como muchos regalos, no están exentos de cierto sacrificio personal y renuncia para quien los realiza, pero en esta ocasión prefiero destacar otro aspecto de los regalos y es cómo muchas veces lo disfruta más quien lo hace que quien lo recibe. Porque, uno de los momentos más felices para una madre o un padre, es cuando ven a sus hijos jugar, compartir vivencias o estar felices juntos y, en mayor medida, conforme más edad van teniendo los hijos y comprueban cómo se ayudan y apoyan ante un problema personal, profesional o económico.
Sin embargo, tal y como muestran todas las estadísticas, cada vez nos cuesta más hacer este regalo en Euskadi, hasta el punto de haber bajado un 30% la natalidad en 10 años. Una cifra absolutamente alarmante y que está empujando a nuestros gobernantes a tomar algunas de las medidas que venimos reclamándoles desde hace años. Pero, además de esas medidas imprescindibles para articular una sociedad más amigable con las familias con hijos, hace falta que la propia ciudadanía quiera dar el paso de tenerlos, una vez haya solventado los posibles obstáculos económicos o laborales.
Para quienes están en esa situación y se están planteando tener hijos, les podemos decir quienes ya lo hemos hecho, que merece la pena. Que pueden dejar a un lado esa balanza con la que ahora tanto se sopesa el coste de oportunidades que supone tener un hijo. Que esas experiencias o planes que quizá hay que aparcar durante un tiempo o vivir de otra manera, quedan totalmente superadas por la experiencia de tener un hijo. Y si lo que se están planteando es si darle uno o varios hermanos al hijo que ya tienen, que no lo duden. Es el mayor regalo que le podrán dar en su vida y que en una situación normal, podrá disfrutarlo en todas las etapas de ésta.
Ignacio Mª de Guinea Llop
Presidente de Hirukide