EL CORREO. EL DIARIO VASCO. 4 septiembre 2020.
Padres y madres de alumnos de la escuela pública y concertada creen que una huelga dificultaría aún más la «cuesta» de septiembre
A la incertidumbre que rodea la vuelta al cole se le suma ahora una huelga en la enseñanza en pleno inicio del curso escolar. «Si ya de por sí la situación de las familias es complicada, la huelga va a dificultar mucho más la cuesta de septiembre», opina Natalia Diez-Caballero, directora de la Federación de familias numerosas de Euskadi, Hirukide. «Estamos ante una situación muy extraordinaria generada por el Covid-19, imagínate si le añades una huelga. Nos hace un flaco favor a las familias. Esperemos que lleguen a un punto de encuentro porque sería la gota que colma el vaso», afirma.
Por otro lado, entiende que los sindicatos se manifiesten al criticar la gestión «tardía» llevada a cabo por parte del Gobierno vasco, que está afectando a «profesores, alumnado y familias». «Hasta el jueves pasado, cuando se reunió la consejería con las comunidades autónomas, teníamos una gran incertidumbre de lo que iba a suceder y no puede ser que a menos de diez días de empezar el cole no sepamos a qué atenernos. De hecho, a día de hoy muchas familias aún no sabemos cómo nos vamos a organizar el mes de septiembre, no lo tenemos nada claro. Si a esto le sumas que eres familia numerosa… A nada que tengas hijos en diferentes etapas escolares es un auténtico caos. Creo que todo esto ha llegado tarde y las cosas no se solucionan retrasando el comienzo del curso escolar».
Desde la Federación Católica de Padres de Familia y de Alumnos (FECAPP), Miriam González considera que «según como está la situación ahora, alarmar más la incertidumbre que tienen las familias con una huelga no tiene lugar. ¿Qué ha pasado durante las vacaciones, no veían venir las cosas? No lo entiendo, han tenido dos meses para reaccionar».
A su juicio, cree que los centros «por supuesto están preparados con todas las medidas necesarias para que el alumnado y el docente estén seguros. No me cabe ninguna duda». En cuanto a la petición de reducir los ratios por aula, «estamos de acuerdo, pero en muchos casos lo veo inviable porque hay que tener en cuenta la casuística de cada centro educativo».
«Un sinvivir»
Beatriz, de Irun, asegura que «no es el mejor momento de hacer una huelga. Si encima estamos pendientes de que puedan poner a la clase en cuarentena por un positivo, este arranque de curso va a ser un sinvivir». A Mertxe, vecina de Donostia, la organización en el colegio donde estudia su hijo le parece «adecuada» para prevenir los contagios, por lo que «quizá es un poco pronto para dar ya por fallidas las medidas».
Rocío, madre de dos niños de 7 y 4 años, cree que «deberían dejar un poco de margen a que nos amoldemos a esta nueva situación, pero recién comenzado el curso, que a los siete días estén otra vez los niños metidos en casa no me parece que sea lo más conveniente».