30 enero 2022. EL CORREO se sumerge en la vida de dos familias numerosas de la Margen Izquierda que pertenecen a la asociación Hirukide.
Cuando a Alicia Casado le tocó la primera ecografía de su segundo embarazo, respiró al saber que estaba todo bien y su bebé tenía latido. «¿Tiene antecedentes?», le preguntó el médico. El corazón le dio un vuelco. «¿Antecedentes de qué?, respondió ojiplática. Venían dos. Ipso facto, llamó a su marido Héctor De Prado, que ya no pudo volver a pegar ojo en la siesta. «Fue llorar y reír, llorar y reír. De repente, ¡éramos una familia numerosa!», recuerda la baracaldesa.
Desde aquel momento inolvidable, son cinco: Alicia, Héctor, Amets, de 5 años, y Anne y Aitor, los mellizos, que cumplirán tres en marzo. «Es algo que siempre había querido, pero de uno en uno –confiesa divertida–. Al principio ha sido muy duro, quien no lo vive, no se hace idea. Pero la experiencia ahora es brutal».
Cada día, la familia De Prado Casado se levanta para desayunar y la ropa y las mochilas están preparadas desde el día anterior. Por suerte, viven al lado del colegio, así que Alicia lleva primero a Amets y luego a los mellizos y «subo a toda leche al metro» para llegar a su puesto en el Centro de Estudios
San Luis. Cuando sale de trabajar, coge las meriendas de casa y les va a buscar. Todas las tardes juegan en el parque hasta las 18.30 h, porque luego tocan tareas domésticas, deberes, lecturas, algo de juego y baño antes de dormir.
Marian Escolar, decoradora en Muebles Mobelec, tampoco había decidido ser familia numerosa cuando ocurrió. «Vino tal cual –afirma–. Un descuido de la basectomía y bienvenido. Siempre quise tener tres. Fue esa espinita de la vida porque teníamos que ser cinco. El destino sabía que tenía que venir». –¿Cómo se lo tomó el padre (Isaac Domínguez)? –Que de él no era (risas). Me dijo que adelante. Que como familia podíamos con todo y a luchar juntos.
En realidad, tras el primer parto, los médicos aconsejaron a la portugaluja no tener más hijos con motivo de «una cesárea complicada». Aún a riesgo de perder su vida, se lanzó a por el segundo. «No quería que se quedara solo», revela. El tercero llegó sin preaviso. Y todo salió bien. «Soy positiva», confiesa. Y así se convirtieron en familia numerosa. Isaac y Marian, Aimar, de 17 años, Gael, de 14, y Eban, de 10, al que logró dar lactancia hasta los tres años. «Con los mayores no había podido así que aproveché –cuenta–. Esta es la mía, me dije. Hasta que se aburra».
«Malabarismos»
En el cuarto mes de embarazo gemelar, Alicia sufrió un duro golpe con la pérdida de su padre. Hasta entonces había trabajado, pero fue entonces cuando tomó la determinación de coger la baja, seguida de dos años de excedencia. «Si no, era imposible. Además no me compensaba ni era viable. Si tengo que comer patatas y huevos, los como, pero estar cobrando para pagar el colegio… Decidí no trabajar y estar con mis hijos», explica contundente. Su marido continuó trabajando como carretillero en un almacén. «Hicimos malabarismos para la cesta de la compra», admite. Pero salieron adelante.
Marian, que optó por la reducción a media jornada (su jefe ha contribuido a la conciliación), e Isaac, que trabaja como tornero en Tornos Multihusillos de Teknia, también tuvieron que ajustarse. «Hay muchos gastos y teníamos sueldo y medio. Me sentía culpable –descubre– por no poder darles el móvil de última generación o las zapatillas de marca en este mundo materialista. Pero ahora tienen otros valores que cuando quieres darles todo. Una vez descubrí la maternidad, he preferido hacer media jornada. Las infancias pasan rápido y he estado ahí. Ha sido complicada la economía, pero ha merecido la pena. La vida me ha recompensado». Tres lactancias exclusivas (una gemelar, incluida) de 26 meses y «cinco años sin dormir» después, Alicia se emociona al hablar de su familia. Cuenta que sus tres hijos «son puro amor. Amets es corazón. Es dulce, cariñoso y tiene una sensibilidad especial». Al mayor de los hermanos le encanta jugar con dinosaurios y andar en bici.
A Aitor le gustan los coches y los trenes y «las lía petardas (risas). Es travieso y risueño». Anne «es la niña de la eterna sonrisa. Una lanzada y una valiente». La llegada de los mellizos, que se juntó con una mudanza, no fue fácil para Amets. Hoy, sin embargo, se quieren con locura. «Les cuida y les ayuda, es más responsable», asegura su ama. Marian también está encantada de ser «la amatxu de tres hombres, no los cambiaría por nada».
Según los profesores son «agradecidos y educados». Aimar, el mayor, es –detalla su madre– «muy atento y empático» y le gustan el baloncesto y el cine. Está en segundo de Bachiller y quiere prepararse para ser profesor de Educación Física.
«Gael es mucho más introvertido y le encantan los videojuegos. Es amante de las ciencias y superobservador», decribe. Es, asimismo, «muy buen compañero», en clase ayuda y acompaña a alumnos con necesidades educativas especiales. «Eban es el más nervioso, pura dinamita –asevera–. Necesita contacto y descubre el mundo a través de las manos más que por los ojos». Al benjamín de la familia también le encanta el fútbol y le gustaría dedicarse a ello.
SOBRE HIRUKIDE «Lucha todo lo que se puede. Donde comen cuatro no comen cinco, hay muchos gastos»
Convertirse en familia numerosa por sorpresa es una situación insólita. Pero no están solas, les acompaña la Federación de Familias Numerosas de Euskadi, Hirukide. Declarada desde el año 2002 Entidad de Utilidad Pública por el Gobierno vasco, tiene el objetivo de «defender los derechos del colectivo de familias numerosas en todos los ámbitos de la vida política, institucional, social, mediática y empresarial».
En la Margen Izquierda, 295 familias (61 en Santurtzi, 151 en Barakaldo, 54 en Portugalete y 29 en Sestao) son socias. «No sabíamos por donde nos daba el aire –admite Alicia–. Les encontramos y nos da seguridad. Ayuda y lucha para que tengamos una serie de beneficios. «Donde comen cuatro no comen cinco –ilustra Marian–, tendría que estar más mirado por las instituciones. Por eso agradecemos a Hirukide, que lucha todo lo que se puede».
En el caso de la familia De Prado-Casado el gasto medio mensual que generan los niños está entre 1.000 y 1.100 euros (colegio, comida, ropa, pañales…), y en el de la familia Domínguez-Escolar ronda los 1.500 euros (comida, colegio, extraescolares…).
Socios
La directora de Hirukide, Natalia Diez-Caballero, cuenta que, aunque «no están siendo años fáciles», este último ejercicio la asociación no solo ha crecido en número de asociados en la comarca, sino que ha aumentado «la sensibilidad tanto por parte de los municipios como por parte de las familias. La gente valora formar parte de una asociación como la nuestra en la que se ven más protegidos, con un asesoramiento e información puntual de aquellos derechos que tienen. Y si a nivel territorial tienen algo que les pueda favorecer o perjudicar les hacemos una información personalizada».
NATALIA DIEZ-CABALLERO «Queremos recuperar la bonificación del IBI, como existe en Gipuzkoa y Álava»
La Margen Izquierda es un enclave que «cuidamos mucho por el volumen de familias numerosas». En las ciudades con niveles de renta muy por debajo de la media y su renta per cápita, explica la directora del colectivo, «hemos solicitado que se tenga en cuenta la renta familiar estandarizada, un sistema más justo que pondera los ingresos en función de tus circunstancias».
Han logrado, asimismo, que «a nivel privado haya más comercios que nos ofrezcan descuentos para los socios». Así, en Portugalete tienen 28 acuerdos, 10 en Sestao, 30 en Santurtzi y 60 en Barakaldo, «sobre todo en productos de primera necesidad y en ámbitos como el escolar, el sanitario o del hogar». A raíz de la pandemia, además de los quebraderos de cabeza por la conciliación, las familias numerosas se están encontrando «con problemas económicos importantes. Si psicológicamente eso hace mucha mella en cualquier familia, imagínate en una numerosa donde tienes más bocas que alimentar y niños que educar».
–Nos encontramos ante una sociedad que roza el ‘baby crack’ con una acentuada tendencia a la baja en la natalidad. –Además de los motivos de siempre, creo que hay un cambio de valores y prioridades y tener un hijo supone una renuncia de tu tiempo, aparte de apretarse más o menos el cinturón. Evidentemente tiene que haber una maternidad/paternidad responsable, pero es verdad que un hijo si te lo piensas mucho nunca te viene bien tenerlo. Aún así, nuestros jóvenes tienen otras miras y la propia sociedad no acompaña a potenciar a que tengan los hijos que desean. O se lo piensan y luego es tarde. Si tuviésemos una sociedad más inclusiva o más amigable con las familias con hijos que realmente no penalizase por ello…
Este 2022, Hirukide seguirá luchando por la «recuperación» de la bonificación del Impuesto sobre Bienes e Inmuebles (IBI), como existe en Gipuzkoa y Álava. También insistirán en reunirse con el diputado de Hacienda para hacerle «recomendaciones en el ámbito fiscal, sobre todo en el IRPF para que mejore el tratamiento fiscal a las familias con hijos, no solo a las numerosas». Seguirán trabajando por la agenda 2030 a la que las familias numerosas aportan como «ejemplo de reciclaje con un uso muy responsable de los bienes más preciados». Y les gustaría poder celebrar su congreso autonómico «que tuvimos que posponer y que toca en Bizkaia».
Hirukide convoca a las familias numerosas de la Margen Izquierda
El jueves 10 de febrero, Hirukide realizará una sesión informativa ‘online’ para las familias numerosas de los municipios de Portugalete, Sestao, Barakaldo, Santurtzi, además de Alonsotegi. La cita será a las 19.00 h a través de la plataforma ‘Zoom’ y se podrá seguir también desde ‘Youtube’ sin necesidad de desplazarse. Se trata de una gran ocasión, para «conocer los servicios y actividades de la federación en la comarca, recibir información detallada de las ayudas y bonificaciones públicas del colectivo, así como para que las familias trasladen las sugerencias y reclamaciones», explican desde Hirukide. Para seguir la sesión hay que solicitar a través del mail hirukide@hirukide.com el enlace del formulario para inscribirse.
