Susanna Griso

Susanna Griso

Periodista y presentadora de televisión y madre de familia numerosa

Además de ser uno de los rostros más conocidos de la televisión y una periodista infatigable es, desde hace unos meses, madre de familia numerosa. Después de siete años de trámites, ha logrado junto a su marido la adopción de la pequeña Dorcette, que viene a completar la familia, en la que ya estaban Jan y Mireia.

Ya con el instinto maternal desatado, tuve claro que quería una familia numerosa. Si no llega a ser porque mi trabajo es muy esclavo, hubiese tenido más hijos.

 Si creyera en el karma, diría que Dorcette me estaba esperando en Costa de Marfil y yo la estaba esperando a ella. Solo era cuestión de tiempo que nos encontráramos.

 Me defino como una madre-cometa: les doy carrete para que vuelen solos, fomento su autonomía, pero a la vez quiero que se sientan seguros.

 

A ti Susanna, lo de familia numerosa, te viene de lejos…

Sí, soy la pequeña de siete hermanos. Los seis primeros van casi seguidos, luego hubo un parón de nueve años y contra todo pronóstico aparecí yo. Mi madre me tuvo con 46 años y durante meses pensó que se adelantaba la menopausia…

Serías el juguete de todos, la reina de la casa…

Sí, era la pequeña de siete, pero también la mayor de catorce nietos. Me quedé a caballo de dos generaciones. Con mi sobrina me llevo nueve meses, de manera que mi reinado duró poco. Fue un suspiro.

¿Y qué recuerdas con especial cariño de esos años?

Recuerdo las paellas multitudinarias en casa. Teníamos una especie de club social en la que todos los hijos, nietos y amigos eran bienvenidos. Mi padre solía decir que no había nada que no arreglara una taza más de arroz. Me encantaba esa filosofía, esas ganas de acoger…e intento aplicarla yo también.

¿Y ha influido en tu (vuestra) decisión de tener tres hijos?

Es curioso. Como he hecho de canguro desde que tengo uso de razón, durante años no tuve ganas de ser madre. Quise consolidar antes mi carrera. Pero a partir de los treinta se disparó mi reloj biológico y ya con el instinto maternal desatado tuve claro que quería una familia numerosa. Si no llega a ser porque mi trabajo es muy esclavo, hubiese tenido más hijos.

¿Qué supuso/supone para ti la maternidad? ¿Cómo fue para ti cada una de esas experiencias?

Siempre me pareció que había mucho mito (y cursilería) entorno a la maternidad hasta que fui madre. Tuve embarazos muy buenos y los niveles de oxitocina debían estar disparados porque recuerdo haberlos vivido con absoluta felicidad. Lo que recuerdo con menos cariño fue la falta de sueño. Creo que no he vuelto a dormir ocho horas seguidas.

¿Quizá más complicado de conciliar con tus dos primeros hijos/as?

Me costó conciliar con mi primer hijo porque en Madrid mi marido y yo no teníamos familia. Lo pasamos mal hasta que apareció Rosa, mi querida Rosa. Ella es el pilar de mi casa.

Y ahora, con la adopción y llegada desde Costa de Marfil de Dorcette, tenéis un nuevo reto familiar y personal…

Absolutamente. Llevábamos ocho años esperando a Dorcette. Ha sido un proceso tan largo que la propia psicóloga con la que renovamos el certificado de idoneidad nos aconsejó ponernos una fecha límite. Nos llamaron un mes antes de que acabara ese plazo. Y está siendo una experiencia maravillosa.

¿Qué te empujo a tener ese deseo por adoptar?

No tengo una respuesta racional para esta pregunta. Solo sé que siempre he querido adoptar. Sabía que sería una madre adoptiva incluso antes de quedarme embarazada. Si creyera en el karma, diría que Dorcette me estaba esperando en Costa de Marfil y yo la estaba esperando a ella. Solo era cuestión de tiempo que nos encontráramos.

Porque no se puede decir que haya sido una decisión poco meditada…

Empecé a pensar en la adopción hace quince años pero me quedé embarazada y decidí esperar. Al cabo de 22 meses llegó Mireia y cuando cumplió cuatro años empezamos todo el papeleo.

¿Qué sentiste en ese primer abrazo?

Un amor inmenso. Hubo complicidad desde el primer momento. Iba preparada para una reacción de rechazo, soy consciente de que el apego se construye poco a poco pero mi hija me lo puso muy fácil.

Y ahora ¿qué sientes cuando ves a tus tres hijos juntos, cuando les ves jugar, ir contigo a hacer recados…?

Me gusta verles cómplices pero también discuten. Como hay diferencia de edad ellos se sienten obligados a educarla en un tiempo exprés. Y resulta bastante cómico ver ese cambio de roles.

¿Cuál es el momento del día más especial o qué os gusta hacer en familia?

Intentamos cenar juntos porque yo no estoy por las mañanas. Nunca les he podido llevar al colegio pero por la tarde ejerzo de taxista. Tres niños y tres agendas distintas me tienen siempre en la carretera.

En muchos hogares sabrían definirte o describirte como presentadora…, pero cómo eres como madre, ¿cómo te definirías?

Mis hijos te dirían que soy cómplice. Los adolescentes suelen ser reservados para sus cosas pero intento que haya confianza. En una ocasión me definí como madre-cometa: les doy carrete para que vuelen solos, fomento su autonomía, pero a la vez quiero que se sientan seguros. Soy todo lo contrario a esas madres helicóptero que supervisan todos los movimientos de sus hijos. Imagino que educo como me educaron.

¿Qué te gustaría que recordaran tus hijos de ti, al igual que tú recuerdas o destacarías de tu madre?

No sé me ocurre mejor espejo que el de mi madre. La recuerdo con pasión. Ojalá me pareciera algo a ella.

 

Deberíamos exigir a nuestros políticos que no fueran tan cortoplacistas porque más allá de las próximas elecciones tenemos un problema estructural grave

La maternidad/paternidad es la mejor experiencia vital posible. O por lo menos lo ha sido para mí. A quienes se la están plantando, les animo a probarla, estoy segura de que no se arrepentirán.

 

Y hablando de familias numerosas, en un momento en el que tanta falta hacen hijos/as…, ¿crees que se valora adecuadamente la aportación que hacemos a la sociedad?

Para nada. Yo acabo de descubrir algunas de las ventajas de las familias numerosas pero si queremos pagar las pensiones del futuro y teniendo en cuenta que somos uno de los países más longevos y menor tasa de natalidad del mundo deberíamos hacer mucho más. No entiendo que no haya más ayudas

¿Crees que el hecho diferencial de tener un hijo (o varios…) debe ser tenido más en cuenta a la hora de legislar o gobernar?

Sin duda. Deberíamos exigir a nuestros políticos que no fueran tan cortoplacistas porque más allá de las próximas elecciones tenemos un problema estructural grave. Y lo pagaremos. De hecho, empezamos ya a pagarlo.

Conciliación, precariedad laboral, precio de la vivienda,…en tu programa palpas semanalmente muchas realidades sociales ¿crees que nuestra sociedad está articulada para que las parejas puedan tener el número de hijos/a que desean?

No. Seguimos teniendo una de las tasas de paro juvenil más altas de Europa. La precariedad impide desarrollar proyectos vitales: emanciparse, alquilar un piso (que están por las nubes), y tener una familia. Tampoco fomentamos la conciliación. Seguimos teniendo horarios que casan mal con la educación de los hijos. ¿Qué queremos? ¿Niños llave?

¿Consideras necesaria o importante la labor de asociaciones como Hirukide?

Absolutamente. Vosotros tenéis que ejercer de lobby, poner estas demandas en la agenda política. Y los medios tenemos que ayudaros.

Y por último, ¿qué dirías a las madres o padres que se estén planteando ahora tener un nuevo hijo/a o incluso la posibilidad de adoptar o acoger?

Les diría que, a pesar de todas las dificultades, la maternidad/paternidad es la mejor experiencia vital posible. O por lo menos lo ha sido para mí. A quienes se la están plantando, les animo a probarla, estoy segura de que no se arrepentirán.

Muchas gracias Susanna. Os deseamos a toda la familia lo mejor en esta nueva etapa que habéis comenzado hace unos meses.

 

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