Pedro Subijana

Pedro Subijana

Cocinero, propietario del restaurante Akelarre y padre de familia numerosa.

En más de una ocasión ha afirmado que un ingrediente fundamental en su cocina es la alegría, ya que, según sus propias palabras, «dar de comer es servir felicidad». Sin duda, éste ha sido un elemento con el que Pedro Subijana ha logrado cosechar más de 30 años de éxitos y satisfacciones entre los fogones. Ahora conocemos otra gran faceta suya, la de padre de familia numerosa.

“Comer en familia es tan importante como ir a la escuela”

“Lo que tiene de diferente la familia con respecto a otros amigos o colaboradores es que son ‘canallamente’ sinceros”

Lo primero, enhorabuena por la concesión de esa tercera estrella Michelin para su restaurante Akelarre, imagino que habrá sido un momento de enorme satisfacción. ¿Qué otros momentos recuerda que le llenen de alegría especialmente bien en lo profesional o en lo personal?

En el ámbito profesional, con el restaurante he tenido muchas emociones y muchos momentos muy buenos y positivos. En lo personal puedo señalar desde los acontecimientos tan importantes como el matrimonio, los nacimientos de los hijos, etc., hasta nuestros días de encuentro en familia, los domingos por la noche, cuando nos juntamos todos para cenar. Todos esos momentos son momentos muy felices.

En más de una ocasión ha asegurado que el ingrediente fundamental en su cocina es el humor, sin el cual no se puede disfrutar de la vida. Desde Hirukide afirmamos que uno de los valores principales que las familias numerosas aportamos a la sociedad es la alegría. ¿Qué opina a este respecto?

Está claro que el hecho de tener hijos, y tener varios hijos, no solo uno, supone un gran aporte de alegría a la vida.

¿Qué papel juega en su vida el hecho de ser padre de tres hijos?

Nosotros (mi mujer y yo) tenemos tres hijos porque los hemos querido. Lo que está claro es que darías la vida por cada uno de ellos individualmente y aunque no trabajamos juntos, tenemos mucha relación de complicidad para algunas cosas, y de autoridad para otras, claro.

¿Su familia suele hacer de conejillo de indias para probar sus nuevas creaciones?

Sí, pero lo que tiene de diferente la familia con respecto a otros amigos o colaboradores es que son “canallamente” sinceros. Entonces, si algo no les parece bien, lo dicen de una manera muy clara, te dicen: “oye, que a mí esto no me gusta nada”.
Creo que muchas veces, alrededor de un personaje importante, por una cosa u otra, se reúnen una serie de aduladores que impiden tocar la realidad y eso es negativo. Yo creo que es bueno tener alrededor gente que te pueda cuestionar en determinados momentos.

Imagino que el apoyo de Ada, su mujer, en el desarrollo de su carrera profesional ha sido clave.

Desde luego, ha sido fundamentalísimo. Primero, porque es mi mujer, y después de 35 años casados nos llevamos muy bien. Después, porque es la madre de mis hijos, pero además es colaboradora mía en el trabajo. Ella siempre ha sido mucho más realista y yo mucho más idealista, y en este sentido, siempre ha tenido las cosas en orden.

Según ha comentado Vd. en alguna ocasión, la cocina conlleva mucho sacrificio. Aplicado a la familia, y más en el caso de las familias numerosas, hay mucho de sacrificio, pero también grandes satisfacciones…

Yo algunas veces digo que determinadas cosas exigen sacrificio, pero cuando a uno le dan placer, ya deja de ser altruismo y se convierte un poco en egoísmo. Cuando uno hace determinadas cosas dice que lo hace por los hijos, o que lo hace por el futuro… Yo creo que lo hace porque le gusta hacerlo o porque tiene el espíritu de hacer las cosas. Lo otro es un argumento puramente auto defensivo. Mi profesión exige mucho sacrificio y el sacar tres hijos adelante también supone un gran sacrificio, pero es algo que se asume desde el momento que se decide tenerlos, con gran satisfacción, claro.

Vd. decidió seguir su propia estrella cuando descartó estudiar medicina y muy joven viajó a Madrid para formarse en el mundo de la restauración. Lo que en un principio parecía una decisión muy controvertida para sus padres, resultó ser un gran acierto. ¿Qué piensa ahora que es Vd. padre de tres hijos?

Lo cierto es que yo he intentado dar a mis hijos mis argumentos, pero no les he forzado por ninguna vía. De hecho, ninguno de los tres va por la vía de la hostelería, ninguno trabaja con nosotros. Sí que han colaborado en algunos momentos de su vida –en época de estudiantes-, pero no han querido seguir en el restaurante. Creen que es un reto demasiado elevado ya que se iban a encontrar con las dificultades de las comparaciones, y porque en el régimen y en el funcionamiento de vida les gusta más otro tipo de cosas. Siempre les he dicho que elijan el camino que sea, pero que en el camino elegido intenten ser el mejor, desempeñando el trabajo con todo el ímpetu y con todas las ganas.

¿Cuáles son los principales valores que intenta inculcar a sus hijos?

Les he intentado inculcar todo aquello de lo que estoy convencido. Siempre les he hablado de la importancia de la honestidad, de ser buenas personas, de no hacer nada a los demás que no quieren que les hagan a ellos, del esfuerzo y de la nobleza.

Considera que actualmente, con las dificultades existentes para poder compaginar trabajo y familia, ¿es fácil formar una familia como la suya?

No es fácil, pero yo nunca he elegido el camino fácil en mi vida. Las cosas que cuestan esfuerzo, las cosas que cuestan sacrificio, son las que más satisfacciones dan.

En su opinión, ¿se otorga el suficiente apoyo desde las Instituciones a las familias con hijos?

Seguramente, no, pero voy a puntualizar. Hoy en día la gente es bastante egoísta, va mirando su comodidad, vivir bien, no tener responsabilidades, y está bajando mucho el índice de natalidad. Esto es señal de que, por un lado, la gente es muy cómoda y por otro lado, tampoco se lo ponen fácil.

Además, esta situación de imposibilidad de horarios termina afectando a la alimentación de los hijos puesto que no se presta la atención debida a este aspecto tan fundamental, así como al hecho de comer en familia. ¿Qué consejo daría a los padres ante estos hechos?

Comer en familia es tan importante como ir a la escuela. Además, es un momento de convivencia, en el que se puede conversar sobre muchas cosas y es un complemento importantísimo de la formación que se da en los centros educativos. Tenemos que defender con uñas y dientes este hábito y no perderlo.

Imagino que en el reparto de tareas a Vd. le tocará siempre…cocinar.

Sí, pero también otras cuantas cosas. Nosotros normalmente no cocinamos mucho en casa, salvo cuando estamos de fiesta o estamos de vacaciones, si no estamos en el restaurante. Pero sí, cuando nos juntamos determinados días para comer o cenar, me toca a mí esa función.

Para Vd., ¿cuál es el mejor momento del día?

Los domingos por la noche, cuando nos reunimos todos y hacemos la cena familiar.

EN CORTO

Nombre: Pedro Subijana
Lugar de nacimiento: Donostia-San Sebastián
Edad: 58
Su gran afición: caminar por el campo. También me gusta mucho la música, la ópera, el teatro…
Peor virtud: Un poquito cascarrabias
Mejor defecto: Soy excesivamente perfeccionista
Sueño por cumplir: Voy cumpliéndolos poco a poco. Ahora estamos haciendo una transformación en el restaurante y será también hotel con un spa. ¡Pero ya está en marcha!
Consejo para las familias numerosas: Defenderse siempre, por encima de todo, y discutir todo lo que haya que discutir, pero siempre con la convicción de que después de la discusión volverán a darse un abrazo.

Hirukide-962