Reconocido y afamado médico, traumatólogo de prestigio mundial, pionero en la regeneración de huesos, cartílago y músculo, Mikel Sánchez, reciente galardonado con la Medalla de Oro de la ciudad de Vitoria- Gasteiz, ha logrado conciliar su exigente labor profesional con una enriquecedora vida familiar. El propio Mikel nos desvela la receta que le ha permitido convertirse en una eminencia en su campo profesional sin descuidar a la familia y la educación de sus cuatro hijos: Itsaso de 27 años, Peio de 25, Joseba de 21 y Xabier de 16.
“Mientras no haya ayudas sociales, es imposible tener muchos hijos”
“La convivencia en una gran familia es la mejor manera de aprender a ser generoso”
En primer lugar, enhorabuena por su último galardón concedido, la Medalla de Oro de la Ciudad como vecino ilustre de la capital gasteiztarra. ¿Qué tiene de especial para Vd. este reconocimiento?
Es el premio más emotivo de todos los que he recibido. Es un premio que se otorga a aquellas personas que dan a conocer a Vitoria en el mundo; entonces, es un reconocimiento a la labor del trabajo de investigación y del trabajo médico. Es un reconocimiento por parte de los conciudadanos de mi ciudad, lo que lo convierte en algo francamente emocionante.
¿A quién se lo dedicaría?
Lógicamente, lo dedico a dos grupos. Por una parte, el premio no lo ha conseguido una persona sola, lo ha logrado un grupo de trabajo, lo que ocurre es que siempre hay un líder, y por eso me lo han otorgado a mí, pero éste es el premio a un equipo de trabajo. Y por supuesto, se lo dedico a mi mujer y a mis hijos que son los que me han aguantado durante tantos años.
Viajemos un poco en el tiempo. ¿Cómo recuerda su infancia en el seno de una familia numerosa?
Yo vengo de una familia más numerosa que la mía. Y pertenecer a una gran familia ha sido muy agradable. Hemos sido una familia muy unida. Por circunstancias especiales, tuvimos que vivir en el exilio y hemos sido unos hermanos muy unidos, que hemos tenido mucha dependencia unos de otros, con amigos comunes… Tengo un gran recuerdo de ello.
¿Qué es lo que Vd. más valora del hecho de haberse educado y crecido con 5 hermanos más?
La convivencia en una gran familia es la mejor manera de aprender a ser generoso y a no tener envidia de los demás porque estás compartiendo todo. Tú heredas la ropa del mayor y se la cedes al pequeño… Todo es de todos. Siempre nos han educado en el sentido de que nada es de uno sino que todo es de la familia.
¿Se han podido perder esos valores en la sociedad actual?
Absolutamente. Se han perdido muchísimo. Por influencia de la sociedad y por dejadez de los padres que no hemos sabido inculcar esos valores en los hijos. Siendo sincero hasta en mi casa, la convivencia entre hermanos es menos intensa que la que podía tener yo con mis hermanos.
¿Considera que en la sociedad actual, con las dificultades existentes para conciliar la vida laboral y familiar, formar una familia numerosa es un hecho de casi de valentía? ¿Qué cree que haría falta para que las familias tuviesen el número de hijos que realmente desean?
Es muy difícil y sólo puede funcionar si hay una gran compenetración entre el padre y la madre para repartirse las funciones y las tareas. Por un lado, económicamente hace falta, lógicamente, llevar más dinero a casa; algo muy difícil de hacer sin abandonar la educación de los hijos. Es muy complicado. Económicamente, es muy difícil sacar a los hijos adelante en este país porque esto implica trabajar mucho y no disponer de tiempo libre. Entonces, mientras no haya ayudas sociales, en educación, para el acceso a la universidad, en la compra de pisos, en los alquileres de viviendas… en todo en general, es imposible tener muchos hijos.
Gran parte de su trabajo actual se desarrolla entorno a la medicina regenerativa. ¿Cree que la sociedad en general debería “regenerarse” y tomar conciencia del valor real de la familia?
Sí. Debe regenerarse. En el momento en el que los valores de la familia desaparezcan, la sociedad irá mucho peor. El núcleo de la sociedad es la familia. La primera reunión de personas se hace a través de un padre, una madre y entre los hermanos. Y si no se aprende a interrelacionarse ahí, difícilmente tendrás buenas relaciones fuera.
Su adscripción a la medicina causó bastante sorpresa en su entorno familiar, vinculado tradicionalmente a la arquitectura. ¿Por qué se decantó por la rama de la medicina?
La verdad es que no lo sé. Desde pequeño dije que iba a ser médico; desde los trece o catorce años. Para empezar, porque no tengo dotes de visión abstracta, ni de diseño, ni imaginación… Y por otro lado, construir casas es muy complicado. Yo veía a mi padre con todas las broncas que se generan por los plazos, los tiempos, la dependencia de los demás gremios… y creo que eso también me influyó para decantarme por otra carrera.
¿Le hubiera gustado o le gustaría que sus hijos siguiesen sus pasos?
Ninguno va a seguir mis pasos. De mis cuatro hijos, ninguno. La mayor se dedica a la fisioterapia que está relacionado con lo mío. Y de los otros, uno es biólogo y el otro ingeniero agrónomo.
¿Considera que las familias cuentan con el suficiente respaldo institucional en la actualidad?
No, para nada. Se debería aportar mucho más desde el punto de vista económico y desde el punto de vista organizativo. Ahora, la organización social se hace en función de partidos políticos, creo que las teorías económicas de los partidos políticos son una cosa pero las relaciones sociales y la manera de educar a un niño deben o deberían ser independientes de esto. En todo esto deberían colaborar bastante más los representantes de la familia y no desarrollarse simplemente proyectos de un programa político de un partido. Cada partido, bien de derechas o de izquierdas, tiene cosas buenas y malas, pero es imposible mezclar las de unos con las de otros. Debería escucharse un poco más.
¿Qué opinión le merece que a día de hoy nuestro país siga estando a la cola en Europa en lo que respecta a ayudas a la familia?
Es muy triste porque queremos estar los primeros en otras cosas pero no en esto. Deberíamos aprender de Europa, copiar lo bueno. Deberíamos aprender de muchos países de Europa y de sus avances sociales.
¿Cuáles son las mayores dificultades a las que ha tenido que enfrentarse como padre de familia numerosa?
Mi problema personal es un poco diferente al de la mayoría porque por mi profesión y por el tiempo que le he dedicado yo a la profesión, he estado mucho menos tiempo en casa. Entonces, mi gran suerte ha sido encontrar una mujer como la que encontré que es la que se ha encargado de educar a nuestros hijos. Teniendo esa ayuda lo demás es más fácil. Mi gran problema es la falta de tiempo para dedicar a los hijos; sobre todo con los mayores, el tiempo ha sido mucho menor de lo que yo he querido.
¿Cuál es el mayor logro no tanto profesional, porque son numerosos, sino más bien personal, del que se siente más orgulloso?
Me siento muy orgulloso de mis cuatro hijos. Feliz porque me han salido los cuatro normales… o buenos. No me han dado demasiados problemas. Y eso es para mí un logro que no tiene precio.
¿Cuáles son los valores que Vd. ha tratado y trata de inculcar a sus hijos?
La generosidad, el ser generoso. Y también ser honrados, con uno mismo y con los demás. Esto me parece muy importante y se consigue sin tener envidia.
Lugar de nacimiento: Vitoria
Edad: 52
Afición: Medicina y el esquí.
Peor virtud: Muy exigente
Mejor defecto: Muy exigente
Sueño por cumplir: Llegar a mayor rodeado de mis hijos y nietos
Consejo para familias numerosas: Paciencia y ánimo