Ponente de nuestras charlas formativas, con más de 15 años de experiencia en el sector de la comunicación y las nuevas tecnologías, compagina su actual trabajo como analista de tendencias, con su pasión por la educación y formación de las familias sobre nuevas tecnologías. Madre de cuatro hijos/as y socia de Hirukide, ha publicado este año 2021 el interesantísimo libro “Cosiendo la Brecha digital”.
“Cosiendo la brecha digital pretende ser el comienzo de una conversación contigo mismo en la que explores qué papel juega la tecnología en tu hogar, en tu familia, en definitiva, en tu día a día y en el de tus hijos”
“Ibai Llanos está haciendo historia; llegan nuevos formatos pisando fuerte, que están dibujando el nuevo panorama del entretenimiento”
“Yo soy fiel defensora de que la educación es el mejor filtro y nunca se desinstala”
¿Qué es la brecha digital?
Según datos de la agencia de Naciones Unidas para la comunicación y las nuevas tecnologías, tan solo un 58,7% de la población mundial tiene acceso a internet. Esta desigualdad en el acceso a internet y las nuevas tecnologías se conoce como “brecha digital” y afecta a una parte muy importante de la población mundial. Sin embargo, la brecha digital que yo quiero que coser en las familias es aquella que nos distancia de nuestros hijos. Cada uno tiene que ir descubriendo si en su casa, su familia, su hogar, es necesario o no coser la brecha digital que le separa de tus hijos. Así coseremos con hilo o pondremos grapas, pero es importante acortar esas distancias.
Así que tú, desde hace más de 15 años eres una tejedora digital…
Yo trabajo en una consultora de comunicación e innovación, C4E Consulting Services en Bilbao, soy licenciada en comunicación audiovisual y llevo unos cuantos años formando padres y madres y educadores en el uso responsable de las pantallas… Siempre he tenido inquietud por la interacción de los más pequeños y los dispositivos…En el 2015 empecé a escribir un blog que lleva por título “Cosiendo la brecha digital” y que este 2021 se ha convertido en un libro…Soy una apasionada de observar cómo está cambiando el mundo y la tecnología que tenemos a nuestro alcance y he querido siempre ayudar e ilusionar a los padres sobre cómo acercarse a sus hijos y conectar con ellos para poder protegerles.
Y como dices, toda esta labor ha quedado plasmada en el libro «Cosiendo la brecha digital»
Si, he tratado de dibujar 50 puntadas digitales con las que los lectores pueden coser esa brecha y acercarse a sus hijos e hijas. Además, Cosiendo la brecha digital pretende ser el comienzo de una conversación contigo mismo en la que explores qué papel juega la tecnología en tu hogar, en tu familia, en definitiva, en tu día a día y en el de tus hijos.
Estas 50 puntadas digitales quieren ser inspiración para hacer que te detengas, reflexiones, avances. Me gustaría ilusionar a los padres y madres para que se decidan a construir una relación sana con la tecnología en tu hogar. Pienso que cada uno puede ser el primer eslabón de ese cambio que se quiere dar hacia el bienestar digital de los hogares.
¿Qué podemos encontrar en él?
En estas puntadas he intentado repasar cómo está cambiando el mundo, cómo es esta sociedad «multipantalla» en la que crecen nuestros hijos y con qué herramientas contamos los padres para ayudar a los más jóvenes a disfrutar de la vida y de todo lo que conlleva la tecnología. Analizo qué hay detrás de las redes sociales que más triunfan, de las tendencias del momento y cómo eso nos ayuda a educar y conectar mejor con ellos. Además, en el libro se interpreta la realidad que vivimos actualmente con ojos de futuro para que no nos perdamos qué está pasando. Quizá los lectores no encuentren todas las respuestas a todas sus inquietudes como padre/madre sino, más bien, preguntas disruptivas que les remuevan y les lleven a la acción.
¿Qué puntadas nos destacarías?
Si tuviera que elegir 5 de ellas, me quedaría con “Conoce a tus hijos mejor que los algoritmos”, “Perfiles con propósito, transparentes y auténticos”, “Internet puede estar incompleto sin el talento de tu hijo”, “Esto no va de tecnología va de educación” y “Necesitas un plan detoxdigital y lo sabes”… Estas podrían ser algunas de las puntadas que van a descubrir en el libro….
¿Y cómo podemos saber si nuestra familia es digitalmente saludable?
Los hogares tecnológicamente responsables existen de verdad; que muchas veces veo caras de escepticismo en quien me escucha, pero son hogares con nombre y apellidos, de carne y hueso… En esas familias se procura conocer bien a la generación interactiva que los compone, se tiene una actitud positiva frente a la tecnología, se enseña a los hijos a vivir sin espectadores, a disfrutar de su intimidad y no contarlo todo, se les enseña el atractivo de lo auténtico y lo real, se buscan momentos #detoxdigital…Y una cosa muy importante, son familias que se equivocan y aprenden de sus errores. Realmente pienso que es una manera de enfrentarse a la educación digital de tus hijos.
Pero hace un año, con la llegada de la pandemia, los confinamientos, las restricciones de vida social y cambios de hábitos en las familias y sociedad, tuvimos un vuelco en nuestro ámbito digital…
Sin duda, ya era difícil antes de la pandemia y ahora a los padres se nos ha complicado un poco más con el terreno que muchos han ganado con el homeschooling digital y los dispositivos para estudiar. No debemos olvidar que los adolescentes están un poco al límite. Ellos necesitan hacer su vida, sus planes, estar con sus iguales, experimentar en físico ciertas cosas que lo digital no suple y con las restricciones muchos se han metido más en sus móviles y en sus “movidas” online. Sin embargo, también me encuentro a muchos padres y madres que me dicen que el confinamiento, y esta situación tan especial que estamos viviendo, les ha llevado a compartir más cosas con sus hijos, tener tiempo para revisar con ellos y disfrutar con contenidos que a ellos les gustan, ver películas en familia, redescubrir hobbies…Los padres siempre decíamos que no nos poníamos las pilas en esto de educar en digital porque no teníamos tiempo, y durante el confinamiento por los menos a la fuerza, el roce nos ha llevado al trato con nuestros hijos y eso ha sido beneficioso.
De hecho, los jóvenes, desde el inicio de la pandemia, han duplicado su uso de las redes sociales y los dispositivos…Instagram, TikTok, Twitch, Gaming, Snapchat y mucho más… ¿realmente podemos seguirles el ritmo o la pista?
Es verdad que todo va muy deprisa, pero a veces, estamos tan pegados al presente, que somos incapaces de mirar al futuro y pensar a largo plazo. Ayuda a tus hijos a mirar más allá de las redes sociales y de la tecnología como tal. Una tecnología que hoy se llama así y mañana se llamará de otra forma: vete al grano, al fondo de la cuestión, a preguntarte junto a ellos por los comportamientos y emociones que viven en esos entornos digitales. Lo de menos es la red social en sí, lo demás, la forma en que han cambiado cómo se relacionan y hablan entre amigos. Y en ese camino familiarízate con esa plataforma como Twitch que sabes que tanto le gusta a tu hijo, ve un directo de Instagram o unos videos de TikTok de su tiktoker favorita…ahí es donde están nuestros hijos y debemos saber movernos en sus entornos.
¿Y con tres o más hijos/as adolescentes es posible? Porque hay muchas diferencias por edad y sexo en cuanto a redes y gustos…
Bueno la clave creo que está en que tengas buenos referentes, buenos blogs que leer, plataformas con contenido que te ayude, léete un libro que te inspire…es muy recomendable que los padres tengan a donde acudir para aprender a interpretar la realidad. Esa es un poco mi misión cuando me enfrento a las sesiones; abrir los ojos a los padres y echarles una mano en la educación de sus hijos.
Algunos de nuestros hijos/as prefirieron seguir la cena de Navidad y campanadas de Ibai Llanos, aunque fuera clandestinamente, antes que estar realmente con su familia…
Me encanta que me hagas esta pregunta porque es una realidad: Ibai Llanos está haciendo historia; llegan nuevos formatos pisando fuerte, que están dibujando el nuevo panorama del entretenimiento en nuestro país y los medios de comunicación. Quizá deberíamos tener como padres un poco más de cintura y dejar que lo vean en sus móviles de forma simultánea y saber disfrutar y conectar con ellos y que nos lo cuenten al resto de la familia… Es un nuevo cambio de mentalidad que dibuja nuevos desafíos sin duda.
Si nos negamos a todas sus nuevas formas de comunicación no tenderemos puentes con esas nuevas generaciones, sino que estaremos poniendo barreras y muros a sus nuevas formas de comunicarse. Siempre que no colapse con sus influencers a toda la familia, creo que puede ser una oportunidad para hacer familia.
¿Es realmente un peligro el exceso de directos y la dependencia que a veces tienen de algunos youtubers o streamers?
En la medida en la que se conviertan en lo único que ven y hacen, sí que puede darnos pistas de que ese comportamiento no es el adecuado. Ellos son espectadores de vidas en directo, se acostumbran a saber todo de determinadas personas que pasan a formar parte de su día a día, tomándolos como auténticos referentes y usándolos para medir si su vida tiene un sentido u otro…
Y centrándonos en los preadolescentes, ¿cuánto merece la pena “luchar” por retrasar la edad del primer móvil?
Eso dependerá de si como padres tenemos una idea clara de por qué lo hemos retrasado y qué gana nuestro hijo o hija con ello. Si no lo tenemos claro y no es una decisión meditada y sopesada es muy difícil ir contracorriente y que nuestros hijos entiendan esas decisiones. Creo que ahora mismo los padres y las madres estamos poniendo excesiva tecnología en manos de unos niños que aún están forjando su carácter y su personalidad y no están preparados. Luego vienen los problemas en la adolescencia, pero es que, aquí me pongo seria, es una reflexión que debemos hacer como sociedad.
Y a estas edades jóvenes, se suele decir que no hay mejor filtro parental que charlar con nuestros hijos/as y tener confianza en ellos. ¿Es así?
Yo soy fiel defensora de que la educación, como decía Villota el jefe de delitos informáticos de la Ertzaintza, es el mejor filtro y nunca se desinstala. Es increíble el poder transformador que tiene la conversación, el diálogo, que nos cuenten las cosas, que nos puedan preguntar, que consigamos ser para ellos interlocutores válidos…si no, no hay filtro que proteja a nuestros hijos. Nos pueden ayudar los filtros – y yo los suelo aconsejar – pero nos necesitan.
Si hoy fueran a darle su primer móvil a un hijo/a, ¿qué consejos de oro darías a sus padres para estos próximos meses?
Primero, les diría a los padres que mucha paciencia, que acompañen a su hijo o hija en el proceso, que establezcan unas normas y unos comportamientos para que todo vaya bien. Es muy bueno que se firme un “contrato” y que de vez en cuando se revise para ver cómo va todo. Mucho diálogo, normas claras, supervisión y confianza.
El próximo mes de mayo tendremos el privilegio de escucharte en nuestra próxima video-conferencia. Hasta entonces, para ir calentando motores… ¿qué consejo nos darías?
Me gustaría que le quiten miedo a la tecnología y traten de ponerse las pilas; que se empoderen porque estamos educando lo mejor que tenemos en el mundo y queremos para ellos lo mejor. Que disfruten de la etapa en la que está cada uno de sus hijos e hijas porque todo va muy rápido y que no dejen de dar puntadas para coser esa brecha que les separa de ellos/as.