Iñigo Urkullu, además de ser el nuevo Lehendakari, es padre de familia numerosa. Junto a su mujer, Lucía Arieta-Araunabeña, ha tenido a sus hijos Kerman, Malen y Karlos, formando así una familia numerosa, motivo por el cual le entrevistamos en Hirukide.
“No concibo mi actividad política sin la familia, pues la vida pública no deja de ser un ámbito amplio que repercute en las preocupaciones y decisiones que afectan a los miembros de una familia”
¿Qué papel ha jugado su familia, tanto en su reciente nombramiento, como en los anteriores?
Mi familia ha desempeñado un apoyo absoluto y básico en toda mi carrera política. Su criterio, su respaldo, así como el acompañamiento en los momentos difíciles que toda vida lleva consigo han sido de la mayor importancia. No concibo mi actividad política sin la familia, pues la vida pública no deja de ser un ámbito amplio que repercute en las preocupaciones y decisiones que afectan a los miembros de una familia.
Este verano celebró sus bodas de plata ¿cuáles han sido sus pilares para mantenerse unidos después de 25 años?
La confianza mutua en la pareja y la lealtad en un proyecto común, que se extiende a los hijos, así como el hecho de compartir unos valores morales que intentamos cumplir.
¿Qué valores ha procurado transmitir a sus hijos/as?
Principalmente los valores de la honradez, sencillez, el amor al trabajo y el respeto a los demás en su vida diaria, trabajo, amistad, relaciones sociales, etc.
Como padre y maestro de profesión, ¿cómo ve a los jóvenes de hoy?
Los jóvenes de todas las épocas comparten unos rasgos muy definidos propios de la edad en la sociedad de la que forman parte, que apenas cambian con el paso de los tiempos. No obstante, aunque el joven de hoy es consciente de la difícil situación socioeconómica también lo es de haber nacido en una época abierta al desarrollo. En general veo a los jóvenes con un sentido realista de las cosas y con ganas de conseguir unos retos que hoy ya no conocen fronteras.
¿Qué considera más complicado, educar a un hijo/a adolescente o llegar a ser Lehendakari?
Son cuestiones en apariencia radicalmente distintas pero en el fondo similares. Ambos, ser padre y ser Lehendakari, son compromisos voluntarios, tareas apasionantes en las que uno pone lo mejor de sí mismo y de los que espera que el fruto no se malogre. Como Lehendakari mi responsabilidad es estar a la altura del tiempo que me ha tocado vivir siendo honesto conmigo mismo y con los valores que he mencionado para transmitir a los hijos.
¿Y cree que nuestros hijos/as están preparados para el dificilísimo reto que se les presenta?
No tengo ninguna duda de que los niños y jóvenes de hoy van a poder afrontar con éxito las situaciones que el futuro les traerá, pues cuentan mayoritariamente con una formación y una actitud que son cruciales para tal logro.
Para cualquier familia es un drama estar sin recursos, pero en mayor medida para las numerosas, ¿cuáles serán sus primeros pasos para ayudar a las familias en esta situación?
Dentro de la política social que se propone emprender este Gobierno, es mi deseo que también una vez conocidas bien las necesidades que presenten las familias numerosas se les preste la debida atención desde el Departamento de Empleo y Políticas Sociales.
¿No cree que si hubiera habido los últimos años más madres de familias numerosas al frente de administraciones o entidades públicas la cosa nos habría ido mejor?
No soy muy dado a respuestas de manera simple, que como en este caso, por quedar bien eludan otras problemáticas como la conciliación, la no tipificación de responsabilidades, etc. La gestión de la vida pública necesita de todas las voces y todas las miradas y en ese sentido la pluralidad de enfoques es muy enriquecedora, sea desde una responsabilidad ejecutiva o no.
Euskadi se encuentra entre los lugares del mundo con la natalidad más baja. ¿No es de agradecer la contribución que hacemos las familias numerosas?
El papel de las familias numerosas es incuestionable en varios sentidos. Por un lado, permite un relevo generacional que se revela imprescindible para el desarrollo de las sociedades. Por otro, contribuye a la formación y transmisión de determinados valores y a la experiencia de la convivencia.
¿Considera importante la labor que se está desarrollando en asociaciones como Hirukide?
El movimiento asociativo, y en concreto su asociación Hirukide, son esenciales para poner en común y encauzar las inquietudes y preocupaciones que más les acucian. Identificados ya los problemas y necesidades, su labor es básica para hacerlos llegar a la sociedad entera y a las instituciones públicas, para, en la medida de lo posible, estos les ayuden a resolverlos y colmar cuando sea preciso las necesidades que se presenten.
Desde la asociación llevamos 14 años pidiendo justicia y reconocimiento para nuestro colectivo… ¿los encontraremos los próximos cuatro años?
Es misión de este gobierno colaborar con todos aquellos que fomenten valores y principios útiles socialmente. En concreto, y ante la situación tan complicada que estamos viviendo haremos un esfuerzo especial para que las familias en general, y las numerosas en particular, cuenten, teniendo en cuenta la realidad socioeconómica en que vivimos, con toda la ayuda necesaria en todos los campos, y el reconocimiento social e institucional forma parte inexcusable de ella.
Por último, queremos agradecerle esta entrevista, e invitarle a que nos acompañe en nuestro VI Congreso que tendrá lugar el próximo octubre en Vitoria-Gasteiz. ¿Contaremos con su presencia?
Haré todo lo posible por estar con ustedes y transmitirles de un modo más personal todo el apoyo en su empeño en defensa de la familia. Gracias.