Leoncio y Rosa, son un matrimonio con 5 hijos/as, originario de Ecuador, y que nos muestran cómo sacar adelante una familia numerosa no es tarea fácil. Los retos que nos pone la vida, en muchas ocasiones parecen insalvables, pero cómo ellos nos enseñan, con cariño y en familia, todo es posible.
«Nuestros hijos se acostumbraron en seguida. También con el idioma, el euskera, que lo aprendieron rápido»
¿De dónde sois originarios?
Somos de Zamora Chinchipe, una provincia del sureste de Ecuador.
¿Cuándo emigrasteis aquí y cómo es que elegisteis venir aquí a Rentaría?
Bueno, vinimos poco a poco. Primero Leo, en el año 2000. Al cabo de siete meses, en el año 2001, Rosa y en el año 2003 pudimos traer a nuestros hijos, que hasta entonces estuvieron con la abuela en Ecuador.
Vinimos aquí a Euskadi porque teníamos aquí a un hermano que había venido a trabajar a Donostia-San Sebastián. Inicialmente Leo estuvo viviendo con él. Después, en el año 2003, cuando vinieron nuestros hijos, nos fuimos toda la familia a vivir a Irún y posteriormente aquí a Rentaría, donde estamos viviendo desde entonces. Y fue en el trabajo donde un compañero nos comentó que existía Hirukide y decidimos asociarnos.
¿Qué tal fue el cambio para vuestros hijos/as?
Para ellos no fue difícil, porque eran muy pequeños y se acostumbraron en seguida. También con el idioma, el euskera, que lo aprendieron rápido.
Pero para entonces, Javi ya había tenido su parálisis…
Sí, Javi, uno de los gemelos, tuvo con dos años y medio una parálisis cerebral y desde entonces no se ha vuelto a recuperar, quedándose con una minusvalía del 87%. Ahora ya tiene 15 años y gracias al centro al que acude de Aspace va mejor.
Y ahora, desde hace un año es Charly, su hermano gemelo, el que está enfermo…
Fue en diciembre del año pasado cuando nos dijeron que tenía cáncer, pero ahora, después de un año, el niño está bien, está recuperado. Han sido muchos meses de tratamientos, en los que ha habido que operarle, pero ya está bien, aunque hay que seguir yendo todos los miércoles a continuar con el tratamiento y revisiones.
¿Cómo os organizáis?
Bueno, para cuando enfermó Charly ya estaba Leo sin trabajo en la empresa de jardinería y no podíamos ponernos a buscar, porque había que estar con él y pasar las noches en el hospital y también seguir cuidando del resto de hermanos, así que tuvimos que dejarlo. Si uno de nosotros estaba en el hospital, el otro estaba con el resto de hijos. Además, una casa con tanta gente hay que atenderla, limpiarla, hay que cocinar para todos y están los estudios, que no se pueden descuidar.
¿Y de dónde habéis sacado las fuerzas para el día a día?
Las fuerzas las hemos sacado de saber que tenemos más hijos y que hay que estar con ellos y seguir adelante. Hemos estado sobrellevando la enfermedad de Charly, además de lo de Javi y, aunque hemos pasado un año duro, va pasando poco a poco.
A día de hoy ¿cuál es vuestra situación? ¿Cuáles son vuestras principales necesidades?
Ahora en diciembre se nos ha terminado el subsidio de desempleo y vivimos con la RGI como podemos, porque somos seis personas en la casa y hay muchos gastos. El comedor de la pequeña, el autobús del mayor, el piso y todos los gastos de la casa, además de que también tenemos que pagar por Javi cada mes en Aspace. Son muchas las necesidades que estamos pasando y este año no les hemos comprado ropa a los niños, porque con la situación que estamos pasando, no llega. Y ahora con las Navidades, pues no se pueden comprar regalos o comida…
Y de cara a las instituciones, ¿habéis tenido apoyo o tenéis alguna reclamación?
No, la verdad es que con tantas semanas con el niño ingresado y todo lo demás de la casa, es que no hemos tenido tiempo de pensar o de buscar más ayudas. Aunque sí estamos muy agradecidos a los Servicios Sociales y a Aspace, porque con todo lo de Charly, era muy difícil cuidar a Javi y nos pusieron una vivienda de Aspace, donde él estaba atendido todo el día y se podía quedar a dormir también. Nos han ayudado muchísimo y estamos muy agradecidos.
Como decíais, todo esto, sin descuidar la educación de los hijos/as… ¿Notáis muchas diferencias entre la juventud de aquí y la de Ecuador?
Sí, vemos diferencia en lo que hacen algunos chavales aquí ya a corta edad, que están fumando o bebiendo y haciendo botellones. En ese sentido nosotros a nuestros hijos los tenemos educados de otra forma y, aunque ellos salen con sus amigos, vuelven pronto y no hacen esas cosas.
¿Y cuáles son los valores que vosotros intentáis inculcarles?
Sobre todo les enseñamos que tienen que respetar a sus padres, a los mayores, porque creemos que el respeto es algo que ellos deben aprender y llevarlo siempre. Vemos a muchos niños que no respetan y que gritan a su madre, a su padre o a sus abuelos y creemos que es importante educar en el respeto a todas las personas mayores.
Además, vuestros hijos/as serán niños que habrán madurado mucho, viendo las experiencias que han tenido durante su vida…
Sí, se nota que a veces piensan diferente al resto de las muchachas y muchachos de su edad. Han aprendido muy pronto a valorar su casa, su familia… ya que les ha tocado madurar mucho a pesar de la edad que tienen, a raíz de tanto sufrimiento que han visto a su alrededor.
Y tantos sacrificios de sus padres y tanto cariño hacia ellos. Muchas gracias.
EN CORTO
¿Cuál es el mejor momento del día?
La noche; cuando están todos acostados y puedes descansar un poco.
¿Y el peor momento del día?
Cuando toca hacer la comida y ves la nevera…
¿Un deseo para la familia?
Que se sane Charly del todo y Javi también. Y encontrar trabajo.
¿Unas vacaciones perfectas?
Poder ir toda la familia a Ecuador un mes.