Álvaro y Sonia nos cuentan sus experiencias como familia numerosa, junto a sus hijos/as Iker y Nekane de 13 años e Izaskun de 2 años. La vida de toda la familia dio un vuelco el pasado 25 de junio, día en que Álvaro sufrió un infarto de miocardio…
«La vida es demasiado bonita para perderla en preocupaciones, ya que solo tenemos una y debemos disfrutarla»
«Se me cayó un poco el castillo de naipes, pero la vida me ha enseñado que nunca hay que rendirse y enseguida empecé a planificarlo todo»
¿Cómo era vuestra vida familiar antes del 25 de junio de 2015?
Nosotros creemos que la normal en una familia numerosa. Desde la mañana hasta la noche mucha pelea, incluyendo las respectivas jornadas de trabajo. Después, deberes, duchas y baños, cena y el poquito tiempo que nos quedaba para tratar de relajarnos antes de ir a la cama.
Trabajando ambos, con dos hijos preadolescentes y un bebé, serían días intensos… ¿no?
Esa es la palabra que mejor refleja cómo eran nuestros días, intensos. Todo aquel que tiene hijos preadolescentes sabe por experiencia que su vida es intensa en cada segundo y esa intensidad se transmite. Además, le sumamos el pequeño bebé, que también lo intensifica todo, alegrías, preocupaciones…y nuestros intensos trabajos, ya que ambos trabajamos en la logística, dando servicio a clientes.
¿Y qué sucedió el 25 de junio?
A: Estando de vacaciones, iba a recoger las notas de los críos con Izaskun e Iker, a la espera de que llegase un poco más tarde Nekane. Me empecé a encontrar mal a media mañana, pero lo achaque a que los dos que estaban conmigo estaban afectados por la gastroenteritis. Cuando las molestias me indicaron que aquello era algo más grave, los sucesos se precipitaron a la velocidad del rayo. Pruebas rápidas, electrocardiograma…pero todo daba bien en principio. Como las molestias eran cada vez más insoportables, me repitieron el electro y ya todo estaba claro, sufría un Infarto agudo de miocardio y había que trasladarme al hospital con total urgencia a intervenir.
S: Yo estaba trabajando cuando Álvaro me llamo para decirme que no se encontraba bien y que me acercase al colegio rápidamente, ya que se iba para casa. Le pedí que por favor se quedase en un bar y que no dejase a los niños solos. Sin saberlo, le estaba salvando la vida. Al llegar al bar donde estaba, le dije convencida que sería un ataque de ansiedad o algo similar, ya que había estado pasando un periodo muy estresado…ni me imagine lo del infarto, hasta que de pronto…nuestras vidas cambiaron en un milésima de segundo.
¿Qué se te pasó por la cabeza esos primeros días hospitalizado?
A: Toda mi vida paso por la cabeza en la UCI. Estuve solo durante unas horas sin nada más que hacer que pensar y reflexionar. Y me di cuenta que debía replantearme la vida y que la manera que tenia de enfocarla me había llevado al borde de la muerte. La vida es demasiado bonita para perderla en preocupaciones, ya que solo tenemos una y debemos disfrutarla. Esta sentencia que nos parece de perogrullo se te atornilla en la cabeza cuando has sentido que la vida se te escapa y no depende de ti.
Y tú Sonia, desde el otro lado de la barrera…, ¿cómo lo viviste?
S: Muy tensa. Imagínate, apenas unas horas antes estábamos tomando algo en una terraza de nuestro pueblo y haciendo planes y de pronto…solo podía verle dos horas al día y su estado era grave. Se me cayó un poco el castillo de naipes, pero la vida me ha enseñado que nunca hay que rendirse y enseguida empecé a planificarlo todo; no me quedaba otro remedio. Hundirse no es una opción, y menos en estos casos, en los que un ser querido te necesita al máximo de tus posibilidades.
Habrán sido meses difíciles. ¿Cómo los habéis sobrellevado? Porque, si antes era complicado conciliar…
A: Los primeros meses yo sólo he sido una preocupación más, pero de cara a los chicos coincidió con el verano, por lo que la organización fue más sencilla. Una vez llegamos al arranque escolar ya me empezaba a encontrar mejor y algo he podido ayudar, pero sin la ayuda de la familia, todo se hubiera complicado.
S: En realidad, hemos hecho lo que hacemos siempre, adaptarnos a cada momento. Pero como dice Álvaro, las madres nos han estado ayudando y también mi hermana, que vive muy cerca de nosotros. Y hemos contado con una ayuda externa también, con el coste que conlleva, pero ha sido lo mejor para todos. Al fin y al cabo nuestras madres ya tienen sus cosas y no se les puede exigir nada.
¿Y cómo os ha cambiado la vida esta experiencia?
A: A mí me ha dado un giro de 360 grados. He dejado de fumar, cuido la alimentación, me entreno a diario para mejorar la resistencia cardíaca y poco a poco, voy aprendiendo a disfrutar de las pequeñas cosas del día a día. Me quedan aún puntos que superar, ya que después de 9 meses aun sufro pesadillas constantes y muy duras, pero estoy trabajando en ello con ayuda especializada.
S: Yo relativizo más los problemas que antes, siempre que lo importante de verdad este bien, lo demás ya ira saliendo.
Álvaro, tu vivencia, tus pensamientos… te han llevado a escribir un libro titulado “48 horas conmigo”
A: La idea surgió después de que se publicara una carta que mandé a un periódico local y tuviera mucha acogida. Siempre había sido un sueño escribir, pero no había sabido encontrar tiempo para hacerlo y, además, a medida que lo iba haciendo notaba que me iba ayudando a sentirme mejor de ánimo, entre otras cosas. Poco a poco fui incorporando como rutina escribir un ratito cada día, aprovechando la siesta de nuestra pequeñita, y así se fue formando el libro.
El titulo se me ocurrió en uno de los paseos que he dado para ir recuperándome. Iba escuchando música y disfrutando de un ratito sin más ruido que mis pensamientos y me di cuenta que lo que me inspiraba el libro eran esas 48 horas que había pasado en la UCI, las 48 horas que estuve conmigo mismo.
¿Qué destacarías de él? ¿A quién crees que puede ayudar?
A: Destacaría que está escrito con total naturalidad, sin artificios ni rodeos y que transmite sobre todo humanidad y sentimientos reales, que muchas veces los ocultamos detrás de caretas de súper héroes, con poderes limitados en realidad.
El público es amplio. Por un lado, personas como nosotros; muy atareadas, estresadas, que metemos a los niños en ese paquete de obligaciones, cuando la crianza debe ser en realidad un disfrute, difícil pero disfrute. Por otro lado, personas que han pasado por la misma experiencia pero no han tenido la oportunidad de reflexionar por las circunstancias que sean. Y por último, a cualquier persona que le guste leer un libro dinámico y entretenido, pese a ser escrito con la base en la cama de un hospital.
¿Y dónde se puede adquirir?
En este caso, el libro esta auto publicado, así que no está en las librerías tradicionales. Hemos contado con la colaboración de la editorial BUBOK, por lo que se puede adquirir en la página web www.bubok.es. Igualmente se puede encontrar en grandes plataformas de venta de libros o a través de Google… Como me gusta decir, la edición digital en ebook es más barata que un paquete de tabaco…y más sana.
Y ahora, comenzáis una nueva etapa, con tu reincorporación al mundo laboral…
A: En efecto, pero lo vamos a afrontar poco a poco. Mi empresa me ha permitido un acuerdo para hacerlo progresivamente y poder ir recuperando la rutina diaria. Como hemos comentado antes, tenemos que volver a adaptarnos a lo que venga.
S: Y lo haremos con otra óptica, la de saber que somos afortunados por poder hacerlo juntos y con buena salud, pese a todo.
Echando la vista atrás a estos meses, ¿creéis que os ha fortalecido como familia la experiencia? ¿Qué lectura positiva podéis hacer?
Sin duda, nos ha hecho más fuertes. Los mayores se comprometen más con la ayuda en casa y el cuidado de Álvaro. Tratamos de sacar todo el jugo a los momentos que estamos juntos y la pequeña nos regala momentos de unión inolvidables. En una palabra, creo que disfrutamos más.
Por último qué consejo daríais cada uno a las madres y padres que nos están leyendo desde vuestra perspectiva.
A: Precisamente, estamos creando un blog en el que cada semana aportamos un consejo cardiosaludable (alvarocabezon1973.blogspot.com) y otras informaciones muy interesantes. Mi consejo es que la gente no pierda nunca la perspectiva de lo que quiere ser en la vida y sea coherente con ello. Me encanta la frase “los seres humanos hemos nacido para amar a las personas y usar las cosa, y no al revés”; recomiendo llevarla la práctica hasta el extremo.
S: debemos ser fuertes y cuidar de nosotros mismos. Es la única manera para conseguir que no nos tengan que cuidar otros; debemos entender el estrés como algo positivo, ese impulso necesario para afrontar situaciones difíciles o complejas, pero que sea eso, ayuda, y no nos envuelva hasta cubrirnos llegando al ahogo.