Familia Ibarloza Montero

Familia Ibarloza Montero

Gadea y Pablo nos cuentan cómo compaginan su vida como familia numerosa junto a sus hijos/as y la práctica del SUP (paddle suf), deporte en el que compite a alto nivel la mayoría de la familia.

¿Quiénes sois la familia Ibarloza Montero?

Somos una familia que vivimos en un caserío en Ondarroa y tenemos 3 hijo/as, Oskitz, de 19 años, Aetz de 15 y Anitz, la pequeña, de 10 años. Gadea es ingeniera y Paulo pensionista, por un accidente laboral. Una familia a la que le gusta estar en la naturaleza, el monte, el mar… y viajar los cinco conociendo rincones nuevos cada año.

Viviendo en un caserío, ¿cómo surgió vuestra afición al paddle surf?

Al ser de costa, siempre hemos tenido ese vínculo con el mar. Desde que los niños eran pequeños, salíamos con ellos en piragua.

Un verano, organizaron un campamento dedicado a paddle surf en el pueblo. A ese campamento se apuntó Oskitz y a Aetz no le dejaron por ser demasiado joven. Oskitz se aficionó allí. Y como Aetz también quería hacerlo y no teníamos material, sus inicios fueron con una tabla de windsurf vieja y un remo modificado.

Al cabo de un tiempo y para acompañarlos, empezó Gadea y, finalmente, Anitz fue la última incorporación.

¿Quiénes lo practicáis actualmente?

Actualmente lo practican Aetz, Anitz y Gadea. Aetz y Gadea lo hacen un poco más en serio, pero Anitz solo practica cuando ella quiere. Oskitz dejó de practicarlo cuando se centró más en los estudios.

¿Así que el amor a este deporte surgió de los hijos/as?

Sí, fueron los hijos quienes nos lo transmitieron a nosotros. Ellos han conocido este deporte desde pequeños y nosotros los acompañamos en esta aventura.

¿Es un deporte muy minoritario?

Sí que es un deporte minoritario. Su práctica va en aumento, pero más a nivel de ocio, sobre todo en verano. La climatología es un factor importante en este deporte, y los inviernos en el País Vasco son duros para meterse al agua. Además, aquí, tampoco hay clubs, como en otros deportes, donde los niños puedan ir para practicar el SUP. Por ello, los padres tenemos que estar transportando material, metiéndonos en el agua, llevándolos a las competiciones, haciendo de entrenadores…

El material de competición tampoco es “pequeño” como para meter en casa, ya que las tablas son rígidas. Tienes que tener un buen local. Y el precio del material tampoco ayuda.

foto entrevista web

¿Y cómo se vive y siente el compartir un deporte, los entrenamientos y competiciones con los hijos? ¿Fortalece el vínculo familiar?

Sí, Gadea comparte los entrenamientos con Aetz, tanto en el gimnasio, en casa o en agua, por lo que eso favorece la relación. En los entrenamientos son compañeros y cuando se acaban los entrenos, vuelven a ser madre e hijo.

En cuanto a los viajes a las competiciones, como viajamos en furgoneta, estos se convierten en minivacaciones.

¿Y es duro compaginarlo con el trabajo y el día a día? ¿Cómo os organizáis para los entrenamientos?

Por suerte, Gadea tiene posibilidad de hacer jornada continua, por lo que madruga para que las tardes queden libres para los entrenos.

Cuando hay entrenos en seco, no tenemos problemas. La cosa se complica cuando hay que salir al agua. Tenemos que mover el material en el coche y hay que compaginarlo y organizarse con el ballet de la hija…

¿Y para las competiciones, cómo os compagináis con estudios y trabajo?

En los últimos 2 años, por ejemplo, la competición de España de larga distancia, ha sido en Melilla. Eso nos supone no poder acudir al trabajo, a clase, etc. En el trabajo, Gadea tiene unos días flexibles, por lo que aprovecha para las competiciones. En el caso del hijo, la federación nos preparó un escrito donde se detallaba que Aetz es deportista de élite y presentando eso al tutor, no tenemos problemas. Los días de exámenes se le modifican a su calendario deportivo y lo que dan en clase, se estudia en la furgoneta.

¿Y qué tal os apañáis en la furgoneta? Porque habrá habido viajes lejanos, mal tiempo, estudios… ¿Y ahora que van creciendo los hijos?

Generalmente las competiciones suelen ser lejos de casa; mediterráneo, Galicia, Melilla, Andalucia, Francia… Pero, a decir verdad, nos apañamos estupendamente. La furgoneta, que mide 7 metros, la diseñamos nosotros por dentro para nuestras necesidades y como Paulo era carpintero, lo hizo casi todo él mismo.

Como muchos otros deportes minoritarios, ¿todos los gastos correrán de vuestra cuenta o tenéis apoyos o colaboraciones institucionales?

No tenemos ningún apoyo económico. Todos los viajes, inscripciones, material… son a nuestra cuenta. Además, el material que utilizamos en las competiciones es bastante caro; la tabla suele valer sobre 4.000€, la pala 500€… Y como los hijos van creciendo, casi casi hay que comprar pala nueva cada año. Las tablas van heredando, las que ha utilizado Aetz (al pasar de categoría, les varían las medidas) Anitz las aprovecha.

Cuando empieza la temporada y cada fin de semana hay que trasladarse lejos y sí que notamos que los gastos suben; gasoil, autopistas, inscripciones… Este año, hemos tenido 5 salidas seguidas de fin de semana; Melilla, Galicia, Cádiz, Barcelona y Galicia.

Pero todos estos esfuerzos, viajes y competiciones, han dado sus frutos (podéis decirnos algún campeonato destacado que hayáis ganado)

Sí que han dado frutos en estos años. Anitz ha sido campeona de España en 2022, y subcampeona de España en Sprints y en la modalidad de técnica.

Aetz, en 2023 fue campeón de España en la modalidad de Beach Race y subcampeón en larga distancia. Este año, ha quedado 5º en larga distancia y 4º en técnica.

Gadea, en 2023 fue campeona de España en larga distancia. Y este año, ha sido campeona de España en larga distancia, en la modalidad de Técnica y Sprints, y subcampeona en la de resistencia (25km).

En otras competiciones también andan en ese rango.

¡Enhorabuena! Y al margen de victorias y campeonatos, ¿qué valores intentáis transmitir en la familia a través de la práctica deportiva?

Intentamos transmitirles la disciplina y la constancia. Una vez que interiorizas la disciplina, se transmite a todos los aspectos de la vida; laboral, estudios… Aunque las cosas no salgan según lo previsto, siempre se aprende de los errores.

¿Y qué diríais a las familias con hijos muy pequeños que se están planteando apuntarles a algún deporte o hacerlo juntos?

Que se apunten, que el deporte en familia al final se convierte en diversión. Y la relación que se logra con los hijos es diferente (por lo menos en nuestro caso). Además, al compartir el mismo deporte, las dos partes (padres e hijos) saben el esfuerzo que hay detrás de cada entreno y prueba.