“Nico nos ha unido a toda la familia y todo se lo debemos a él, que es un niño maravilloso, lleno de amor y súper feliz”
“La vida se compone de momentos y ninguno es más bonito que los que te da una familia”
Aitana, ¡enhorabuena por tu nueva maternidad, ya la cuarta! ¿Cómo te sientes en esta nueva etapa?
Me siento súper contenta, súper feliz. En una nube, la verdad es que esto es el mayor chute de energía, de alegría, de oxitocina que pueda existir en el mundo. O sea, es una maravilla, estoy plenamente feliz. Los hijos son lo mejor del mundo, la verdad.
¿Cómo describirías la evolución de tu maternidad desde tu primer hijo hasta ahora?
En mi caso, que debuté con un niño especial, con bastantes problemitas, maduré de golpe. La maternidad me hizo relativizar un poco, todos los problemas y ver que muchas veces nos preocupamos por cosas que al final no tienen ninguna importancia o por cosas que ni siquiera han pasado, por si pasan. He aprendido relativizar y a disfrutar mucho de las pequeñas cosas del día a día sin tanta preocupación en torno a los hijos, que tienen que enfermar, caerse o cogerse virus. He aprendido a verlo todo desde otro prisma. Aunque también es cierto que, al ser madre, te vuelves algo más miedosa con otras cosas.
Porque el nacimiento y el recorrido vital de Nico, desde hace 9 años, no ha sido sencillo.
No, no lo ha sido. Aunque creo que las cosas cuando se complican, si estás al lado de la persona correcta y tan maravillosa como es Álvaro en mi caso, todo se puede superar. Nico nació con una enfermedad que le va a acompañar de por vida y necesita ayuda para absolutamente todo. Si me dicen hace diez años que iba a tener un hijo con tantos problemas de salud, hubiera dicho que era incapaz de superar esto. Pero de repente pasa y todo es más fácil, sobre todo porque tengo alado a la persona más positiva, resolutiva y echada para adelante del mundo, que es Álvaro. Creo que estoy en deuda con la vida y soy afortunada, por haberme cruzado con él y por la familia que tenemos.
Y el hecho de tener a Nico nos ha unido más. Son cosas tan fuertes las que suceden que, o las superas o te separan. Y si las superas, llegas a un estado superior de lo normal con tu pareja. Con cualquier otra persona no creo que hubiera podido llevarlo y superarlo de esta forma. Además, Nico nos ha unido a toda la familia y todo se lo debemos a él, que es un niño maravilloso, lleno de amor y súper feliz. Nos enseña muchísimo y los niños crecen con una sensibilidad que no tendrían si no lo tuvieran como hermano. Es algo maravilloso, dentro de la desgracia que es tener a un hijo enfermo.
¿Esta entereza y positividad, te viene de serie o hay que trabajarlas?
Yo siempre he sido una persona bastante alegre y que ha relativizado los problemas, pero no he conocido a nadie en el mundo que me haya enseñado más en este aspecto que Álvaro. Ser positivos, realistas y saber que la vida te puede cambiar en un segundo. Y si te nace un hijo como Nico, puedes quedarte alimentándote de la desgracia o buscar el lado positivo. La vida es cuestión de actitud y siempre puedes elegir y si eliges el vaso medio lleno, la vida te cambia.
También hay que trabajarlo. Nosotros cuando está ingresado tenemos una máxima; cada día que pasa es un día más o un día menos. Porque nunca sabes el tiempo que vas a estar ingresado. A veces 10 días y otros tres meses en la UCI con Nico muy muy malito. Pero cada día que pasa es uno menos para irte a casa. Y otra máxima es que, en ingresos de más de tres días, luego sí o sí, en cuanto nos den el alta hay que celebrarlo con una comilona. Porque los momentos buenos hay que celebrarlos, disfrutarlos y aprovecharlos siempre.
Y después de él, tres hijos más… ¿entraba en vuestros planes formar una familia numerosa?
Siempre nos ha gustado tener niños y Álvaro es de una familia numerosa. Tener más hijos es algo que sí teníamos en mente y somos muy niñeros. Nos gusta mucho la familia y pasar tiempo juntos. Y queríamos que ellos tuvieran hermanos, porque el tener familia numerosa es algo que les aporta muchísimo y te ayuda a lo largo de la vida.
Eres conocida por Master Chef, tus programas de cocina en ETB, el establecimiento de tortillas y tartas en Bilbao…, pero, además, ¡eres trabajadora en Telefónica! ¿cómo te da la vida para conciliarlo todo con la familia?
Sí, participé en Master Chef y salí con la oportunidad de montar algo y siempre quise montar un bar de tortillas. Y lo monté junto con mi socio que es hostelero y es el que lo gestiona en el día a día y estoy súper contenta. En el Aitxu nos diferenciamos dando casi exclusivamente tortillas y alguna racioncita y nos va bien. Con las tartas comenzamos ahí también y luego abrimos un córner en Artea y estamos también contentos.
Es un mundo que me apasiona, pero yo sigo trabajando en Telefónica, que es donde llevo muchísimos años y es mi trabajo principal. El resto son sueños que he podido cumplir, porque la tele siempre me ha encantado también. Para mí no es tanto un trabajo, como un hobby, donde he podido ir eligiendo lo que he querido hacer, porque entre mi trabajo y la familia, no me daba para más. La conciliación la he llevado bien, porque mi familia me ha apoyado mucho y además mi socio se encarga de la gestión. Y, además, quien quiere, puede. Si tú quieres compaginar las cosas y tienes gente alrededor que te anima a ello, se puede.
Como has dicho, Álvaro ha jugado un papel importante también…
Sí y no es que me haya ayudado, es que no concibo la vida sin él. Es mi pareja y mi mejor amigo. Siempre lo hablamos todo y su apoyo ha sido completo, animándome en todo momento a mis sueños. La clave de nuestra relación es que somos muy comunicativos, muy empáticos y que nos queremos y apoyamos, siendo nuestra prioridad que el otro sea feliz.
¿Y crees que ser madre ha cambiado la forma en que afrontas tus responsabilidades profesionales o tu visión de la vida laboral?
Lo que ha cambiado es mi orden de prioridades. Desde que formas una familia, para mí la prioridad es pasar tiempo con ella; intentar hacer una escapada juntos o con Álvaro. Es muy importante dedicar tiempo a la gente a la que quieres y además es lo que me llena. El trabajo también, pero mi prioridad es la familia. He tenido que rechazar proyectos, porque eran incompatibles con la familia. Porque suponían tener que irme mucho tiempo fuera o hacer cosas que me restarían días con ellos. Los he rechazado, pero feliz de la vida. El tiempo no vuelve y los hijos crecen y quiero disfrutar este momento en el que estoy al máximo.
En cuanto a tu carrera televisiva, ¿qué experiencias te han marcado más a nivel personal y profesional?
Todo un poquito. Como he hecho varias cosas, desde ser presentadora, hasta ser colaboradora o concursante y ha sido diferente cada experiencia; he visto diferentes puntos dentro de la televisión y todo me ha enseñado y encantado.
De cara a las administraciones públicas, como madre de familia numerosa y según tus experiencias y vivencias, ¿hay algo que les reclamarías?
Siendo familia numerosa, hay beneficios y ayudas y me parecen bien, pero aún queda mucho camino por recorrer. Estamos haciendo la sociedad del futuro y tiene que haber alguna forma de compensar a la gente y animar a la gente a tener más hijos, porque es triste que la gente no los tenga porque sus posibilidades económicas no les llegue para ello. En eso las administraciones públicas pueden hacer mucho. Que quien no forme una familia numerosa, que sea porque no quiere, no porque no pueda económicamente.
¿Y qué les dirías a aquellas que se lo estén planteando y tengan dudas?
A quien se esté planteando tener hijos o más hijos, les diría que no tuvieran dudas y que lo hagan. Que es invertir mucho en un presente y sacrificar mucho en cuanto a embarazo, primeros meses o años, pero que compensa con creces. Luego te queda una vida entera con una familia maravillosa formada. Si tienes dudas, es que dentro de ti quieres tenerlo y siempre compensa y me lanzaría de cabeza. Luego de todo se sale. De una forma o de otra. No hay que estar viendo tanto los contras.
Yo soy plenísimamente feliz a día de hoy. Tendría muchos más… aunque llega un momento en que tienes que parar, pero no podría estar más orgullosa y feliz de la familia que he formado. Yo recomiendo a todo el mundo tener cuatro hijos, este jaleo, este ir y venir. La vida se compone de momentos y ninguno es más bonito que los que te da una familia. Yo a quien lo dude, le animo íntegramente. No hay nada en el mundo que te aporte tanto y te pueda hacer más feliz que tu familia.