
Resfriado, gripe común y COVID-19 ¿Cómo se diferencian?
La llegada del otoño marca un nuevo reto para los centros de salud. La gripe está a la vuelta de la esquina y se espera que conviva de lleno con el COVID-19 y con los habituales catarros, lo que supondrá una considerable mezcla de síntomas a tratar por los médicos. ¿Y cómo se pueden diferenciar? ¿Es importante vacunarse de la gripe como medida de prevención?
¿Qué es la gripe?
La gripe es una enfermedad infecciosa aguda de las vías respiratorias causada por un virus. Se caracteriza por su elevada capacidad de transmisión de una persona a otra y se presenta generalmente en invierno y de una forma epidémica (noviembre a marzo en Europa). La gripe es un importante problema de salud, por la mortalidad, complicaciones y los costes económicos y sociales que origina. La proporción de población afectada durante las epidemias anuales oscila entre el 5 y 15% en poblaciones grandes, y es superior al 50% en grupos de población cerrados como internados escolares o asilos.
¿Cómo se Propagan la gripe y COVID-19?
Ambos se diseminan entre personas que están en contacto cercano entre sí (dentro de 1.8 metros de distancia). Ambas enfermedades se propagan principalmente a través de las gotitas que van por el aire cuando la persona enferma, tose, estornuda o habla. Estas gotitas pueden terminar en la boca o en la nariz de quienes se encuentran cerca o posiblemente ser inhaladas y llegar a los pulmones.
Es posible que una persona se infecte a través del contacto físico con otro ser humano (p. ej., al estrechar manos) o al tocar una superficie u objeto con el virus y luego tocarse la boca, la nariz o posiblemente los ojos.
Tanto la gripe como el COVID-19 pueden propagarse a otros individuos a través de personas que aún no presentan síntomas, o si las tienen son muy leves o que nunca manifestaron síntomas (casos asintomáticos).
Además, se ha observado que el COVID-19 genera muchos más casos de superpropagadores que la gripe. Esto significa que el virus que causa el COVID-19 puede propagarse rápida y fácilmente a muchísimas personas y provocar la propagación continua entre las personas a medida que el tiempo avanza.
¿Qué diferencias hay entre la gripe y el COVID-19?
La gripe y el COVID-19 son enfermedades respiratorias contagiosas, pero provocadas por virus diferentes. El COVID-19 es causado por la infección de un nuevo coronavirus (llamado SARS-CoV-2) y la gripe por el virus Influenza. Dado que algunos de los síntomas de la gripe y el COVID-19 son similares, puede ser difícil distinguir entre ambas enfermedades basándose solo en los síntomas, y podría ser necesario realizar una prueba de detección para ayudar a confirmar el diagnóstico. Ambos virus comparten síntomas como: tos, dificultad para respirar (sentir que falta el aire), cansancio, dolor de garganta, congestión o mucosidad nasal, dolor muscular, malestar general, dolor de cabeza. Algunas personas pueden tener vómitos y diarrea, aunque esto es más común en los niños que en los adultos.
Otros signos y síntomas del COVID-19, diferentes de los de la gripe, pueden incluir cambios o pérdida del olfato o el gusto. Si la persona tiene COVID-19, puede tardar más en presentar síntomas que si tuviera influenza. La mayoría de las personas con influenza son contagiosas por aproximadamente 1 día antes de presentar síntomas. Al parecer, los niños y los adultos con influenza son más contagiosos durante los primeros 3-4 días de la enfermedad, pero muchos siguen por aproximadamente 7 días. Los bebés y las personas con sistemas inmunitarios debilitados pueden ser contagiosos incluso por más tiempo.
Respecto al COVID-19: Aún se está investigando por cuánto tiempo una persona puede propagar el virus. Pero se estima que desde aproximadamente 2 días antes de manifestar signos o síntomas, y permanecer contagiosas por al menos 10 días después de la primera aparición de los signos o síntomas. Una persona asintomática o cuyos síntomas desaparecen puede seguir contagiando por al menos 10 días después de su resultado positivo en la prueba de detección del COVID-19.
Ambos pueden dar sobreinfecciones bacterianas y complicaciones cardiacas, respiratorias como otras afecciones crónicas.
¿Y qué diferencia hay entre gripe, COVID-19 y otros virus respiratorios como el resfrío común?
En general, los síntomas de la gripe y COVID-19 suelen ser más intensos que el del resfriado común. Las personas resfriadas tienen mayores probabilidades de mostrar secreción o congestión nasal, pero, por lo general, no suelen provocar problemas graves de salud como neumonía, infecciones bacterianas u hospitalizaciones.
¿Quiénes se deben vacunar de la gripe?
La vacunación se recomienda fundamentalmente para las personas con alto riesgo de sufrir complicaciones en caso de padecer la gripe que son los mayores de 65 años, menores de esa edad, pero con alto riesgo para desarrollar complicaciones derivadas de la gripe, y para las personas en contacto con estos grupos de alto riesgo ya que pueden transmitírsela. Otros grupos en quienes se recomienda la vacunación son los trabajadores de servicios públicos esenciales como los sanitarios entre otros.
¿Quién no debe ser vacunado?
Las personas con alergia al huevo, con hipersensibilidad a las proteínas de huevo o que hayan tenido una reacción alérgica severa a una vacunación anterior con vacuna de la gripe. Los niños menores de 6 meses y los que tengan una enfermedad aguda con fiebre alta es mejor esperar hasta que ésta pase.
¿Por qué hay que vacunarse cada año?
Los anticuerpos producidos en respuesta a la vacunación antigripal van disminuyendo con el tiempo y pueden no ser suficientes para estar protegidos al año siguiente de la vacunación. Además, el proceso evolutivo normal del virus de la gripe incluye una serie de variaciones antigénicas menores, por lo cual la vacuna antigripal se modifica anualmente adaptándola a las cepas que se estima circularán en cada temporada.
¿Cuándo se debe vacunar de la gripe?
La fecha de comienzo de la campaña vacunal viene determinada por la época en que habitualmente comienza a circular el virus, es decir en los meses de octubre-noviembre en el hemisferio norte y en el hemisferio sur en marzo-abril. Por ello, las campañas de vacunación se inician a mediados de septiembre y mediados de octubre. La vacuna comienza a hacer efecto aproximadamente a las dos semanas de su aplicación, por lo que conviene no demorarse en la vacunación, si bien la vacunación puede seguir siendo de alguna utilidad administrada más tardíamente.
¿Es efectiva la vacuna de la gripe?
La mayor parte de los adultos desarrollan altos títulos de anticuerpos tras una dosis de vacuna, pero la capacidad protectora de la vacuna depende de la edad y del estado de salud de la persona vacunada, así como la similitud de los virus circulantes y los contenidos en la vacuna.
¿Hay algún tipo de efecto adverso por recibir una vacuna de gripe?
El efecto secundario más frecuente tras la administración de la vacuna es escozor y/o dolor en el lugar de la inyección. Estas reacciones locales suelen durar menos de 48 horas y rara vez interfieren con la vida normal de los vacunados. Las reacciones tales como fiebre, malestar o dolores musculares pueden aparecer tras la vacunación y son más frecuentes en niños de menos de 12 años y vacunados por primera vez. Estas reacciones se inician en las primeras 6-12 horas y suelen persistir 1-2 días
Dra. Billie Caceda, Microbióloga y Médico de Atención Continuada de Centro IMQ Colón
Fuente Bibliografica:
www. espanol.cdc.gov.com
www.mscbs.gob.es/ciudadanos/enfLesiones/enfTransmisibles/gripe/home.htm