Juanma López Iturriaga

Juanma López Iturriaga

Ponente del 9º Congreso de Hirukide. 

Además de ser uno de los jugadores vascos más laureados de la historia de baloncesto, es reconocido por su variada trayectoria en medios de comunicación y sus amenas e instructivas conferencias. Tercero de seis hermanos, es además padre de un hijo y una hija.

“El ser padre es una cosa que no tiene parangón. Para mí es el amor en estado puro.”

“Si tuviese que elegir tres valores a inculcar en el deporte, serían: ambición, humildad y respeto.”

“La lección más importante de aquella enorme decepción fue que de un varapalo puede surgir algo bueno”

 

Deportista de élite, presentador, colaborador, comentarista, escritor, conferenciante… Para apodarte “palomero” no es que hayas estado muy quieto.

Nunca me ha gustado hacer una sola cosa. Incluso cuando era jugador, estudié una carrera y empecé a escribir. Lo de tener todos los huevos en la misma cesta no va conmigo. De todas formas a mi me ha parecido casi todo de lo más normal y lógico. Y en la mayoría de los casos, no han sido ideas mías, sino de otros que las he aprovechado. Salvo en lo de comentarista, el resto han sido trenes a los que me he subido.

Todo comenzó en Bilbao, donde te criaste en una familia numerosa ¿Qué te ha aportado en la vida el hecho de tener cinco hermanos?

Amor, diversión, problemas, disgustos…un poco de todo. He tenido y tengo una relación muy estrecha con mis hermanos y me siento querido y acompañado, aunque estén lejos físicamente. ¡Qué más se puede pedir!

¿Qué destacarás de esos años?

Destacaría el ruido, los lloros, las carreras por el pasillo, la vida que había en casa con tanto niño.

¿Y de tus aitas?

Mis padres, como casi todos, hicieron lo que pudieron, je, je. Mi padre era una persona muy honrada, éticamente intachable, afectivo a la manera de la época. Mi madre era una mujer muy inteligente, muy moderna en su juventud y  que como muchas otras, tuvo que dejar sus aspiraciones personales por sus hijos.  Mis padres eran muy complementarios y creo que tuve mucha suerte en que me tocasen a mí.

¿Cómo encajó en todo el hecho de que te fueras para Madrid tan joven y ya a la élite del baloncesto europeo?

Bien, pues los dos primeros años toda la familia se traslado a Madrid debido al trabajo de mi padre. De hecho, que yo llegase al Real Madrid fue por eso, pues yo en aquella época quería jugar en el Barcelona. El Madrid ganaba siempre, y como yo era un poco contestatario, pues quería derribar el poder establecido. Cosas de la adolescencia…

Hirukide juanma iturriaga

Como se suele decir, los hermanos medianos de una familia numerosa siempre son «especiales»… ¿En tu caso también?

Pues no lo sé si soy como soy por ser el tercero. La verdad es que mis hermanos mayores me trataron en general bastante bien. No puedo decir lo mismo de cómo traté yo a mi hermano menor, con el que fui un poco malo. Pero ya me lo ha perdonado, je,je. Yo era bastante normal, estudiaba, jugaba a baloncesto y en cuanto podía me iba a dar una vuelta con mis amigos. Quizá un poco inconformista, aunque no incomprendido.

Y con los años, fuiste padre ¿Qué te supuso y te supone hoy en día el hecho de ser aita?

Pues supongo que como a todo pichichi. El ser padre es una cosa que no tiene parangón. Para mí es el amor en estado puro. Eso sí, ser padre no es nada fácil. Afortunadamente mis hijos me lo han puesto bastante fácil; cada época es diferente pero igual de atractiva. Cuando son pequeños, medianos y grandes. Creo que se puede disfrutar de la paternidad siempre y no solo cuando son pequeños.

Te conocemos en tu faceta pública pero, ¿cómo eres como padre?

Intento ser normal, ayudar al desarrollo de mis hijos, que vayan cogiendo poco a poco el mando de sus vidas y que sepan que aquí estamos para echar una mano cuando haga falta.

¿Qué has intentado inculcar a tu hija e hijo desde pequeños?

Pues sobre todo y por encima de todo, que sean buenas personas. Amables, cariñosas, respetuosas, solidarias, etc. Eso es lo más importante.

El título de nuestro próximo congreso es «El mejor equipo: la familia» ¿Estás de acuerdo?

Un equipo es un grupo de personas que se juntan en busca de objetivos. Una familia, sin duda, es un equipo, que además cuenta con una supuesta ventaja inicial: la relación personal entre los componentes. Si es buena, claro (je, je). Si cuando se quiere alabar a un equipo se suele decir que “es como una familia”, por algo será…

¿Son trasladables los valores de un buen equipo al día a día de una familia? ¿Cuáles destacarías?

Sin duda. La pasión, la solidaridad, el trabajo colectivo, la constancia en el esfuerzo o la humildad, todos estos valores hacen a un equipo mejor y también a una familia.

En tu conferencia nos hablarás del deporte como escuela de la vida ¿Qué fue lo que te enseñaron a ti esos años tan intensos en el baloncesto?

Pues todos estos valores de los que hablamos. Yo destacaría dos. Uno, ya lo he dicho antes, la constancia en el esfuerzo. No vale hoy sí y mañana no. Y el otro, el aplazamiento de la recompensa. Cada vez queremos que las recompensan lleguen antes y el deporte te enseña que hay que tener paciencia y mucho trabajo para que finalmente llegue el premio.

¿Qué valores en el deporte consideras más importantes inculcar y por qué?

Si tuviese que elegir tres valores a inculcar en el deporte, serían: ambición, humildad y respeto.

¿Crees que están en mayor o en menor medida presentes en el deporte hoy respecto al de hace 30 años?

En cuestión de valores yo creo que las cosas no han cambiado especialmente. Si analizamos grandes deportistas o equipos de antes y de ahora nos daremos cuenta que atesoran valores parecidos. Ahora hay más medios, mas atención, mas cuidados, pero la esencia de lo que debe ser un equipo y como tiene que comportarse es muy parecida

¿Qué dirías a las madres y padres que tienen hijos practicando deportes escolares?

Que les ayuden pero que no les agobien. Que los sueños deben ser de los hijos e hijas, no de los padres. Y que no interfieran en las líneas de autoridad. Una critica a un entrenador, por ejemplo, da coartada al hijo para saltarse esa línea.

¿Y hasta dónde llegar si ves que tu hijo destaca?

Pues no lo sé muy bien, pues eso de destacar es relativo. Sólo uno de cada muchos miles llegan lejos, por lo que hay que intentar mantener la calma y sobre todo que el proceso en el que esté tu hijo se lo mas natural y normal posible.

«Gracias» a Lolo Sainz, pudimos disfrutar del final de tu carrera en Bilbao…, pero para ti no fue fácil inicialmente ese momento. ¿Cómo lo gestionaste? ¿Te sirvió para sacar alguna lectura positiva?

La lección más importante de aquella enorme decepción (yo quería seguir en el Madrid) fue que de un varapalo puede surgir algo bueno. En mi caso nunca podre agradecer suficientemente a Lolo que me echase, pues desencadenó un montón de cosas buenas en mi vida. Eso sí, tarde unos años en que se me pasase el cabreo.

Porque también es importante saber enseñar a los hijos/as a huir del victimismo o la queja en el deporte…, tolerar la frustración…

Fundamental. Y ahí el deporte puede jugar a favor, pues bien pronto aprendes que ganar siempre es imposible. En cada torneo gana uno y pierden muchos. En cuanto al victimismo, ufff, eso da para un tratado. Adelanto que es mal camino, pues te da una coartada y dificulta la autorresponsabilidad, pues apunta al exterior como causante de los problemas.

Bueno Juanma, nos emplazamos al próximo 26 de octubre en Gasteiz, donde esperamos nos des muchos más consejos y experiencias. Eskerrik asko!