Eider Mendoza

Eider Mendoza

Viviendo en Hondarribia y trabajando 10 años como parlamentaria en Gasteiz, después como juntera y ahora como presidenta de las Juntas Generales de Gipuzkoa, no habrá sido sencillo formar una familia con tres hijos y una hija…

Mi marido y yo tenemos trabajos de responsabilidad también fuera de casa y hemos contado con muchísima ayuda a lo largo de todos estos años, una ayuda impagable por la que siempre estaremos agradecidos.

Considero que somos afortunados porque hemos formado la familia que deseábamos y a pesar de los momentos difíciles, disfrutamos mucho estando juntos. Eso compensa cualquier esfuerzo y sacrificio. Es algo grande ayudarles a crecer, educarlos y ver cómo desarrollan sus talentos y se hacen conscientes de sus límites, corrigen sus errores, crecen. Ser parte de ello es gratificante. Ciertamente, los hijos e hijas son un regalo. Por lo tanto, siempre lo miro desde una perspectiva positiva. En mi caso sería injusto no hacerlo así.

A la hora de trabajar por la conciliación laboral y familiar, tendrá más sensibilidad o experiencia sobre lo que estamos pidiendo las familias…

Es imposible estar en dos o tres sitios al mismo tiempo, por lo que hay que intentar buscar un equilibrio. Yo apuesto por la flexibilidad, favoreciendo la familia o el trabajo, en función de lo que requiera cada momento. Hay ocasiones en las que he bajado el ritmo de trabajo porque la situación familiar así lo requería, y otras en las que he parado poco en casa porque me tenía que dedicar de lleno al trabajo. Y a estas alturas he conseguido hacerlo sin remordimientos, pero no siempre ha sido así.

Por lo tanto, soy plenamente consciente de lo difícil que es la conciliación. Y también de lo doloroso de algunas decisiones cuando el equilibrio es imposible.

¿Por qué es tan difícil tomar medidas de mayor calado en esta materia?

Por la dificultad de llevarlo a la práctica y por la complejidad y diversidad de las situaciones tanto familiares, como de las propias empresas o centros de trabajo. La flexibilidad tiene sus dificultades, y requiere de mucha organización tanto familiar como laboral. Pero esa debe ser la apuesta, y habrá que experimentar hasta dar con la fórmula que más se acerque al equilibrio. Es bueno para la empresa y también para las personas y familias.

Y dentro de su vida familiar, ¿cuál es el momento más especial que pasa en familia?

En este momento mi marido trabaja fuera de lunes a viernes, por lo que los viernes a la noche son especialmente bonitos: intentamos cenar juntos, y si no se hace demasiado tarde, vemos una película en casa peleándonos por el hueco más cómodo del sofá.

¿Qué valores considera más importante transmitir a sus hijos e hija?

La bondad, el compromiso, el esfuerzo, la tenacidad, el respeto, la solidaridad y el sentido crítico. Junto con ello, cultivar el amor a la familia, al euskera, nuestra cultura y nuestro país. En este mundo muy abierto, nuestras hijas e hijos necesitan saber quiénes son, es bueno que tengan un sentimiento y una conciencia de pertenencia. Es un factor importante de identidad, de reconocimiento y amor por lo propio que luego es un motor para actuar de forma solidaria y respetuosa para con el resto.

¿De qué manera le ha marcado en su vida el hecho de tener cuatro hijos/as?

Tengo un Máster en organización y en dirección de equipos sin pasar por la facultad de ingeniería y he desarrollado un sentido de la responsabilidad que antes no tenía.

Ahora que hemos comenzado un nuevo año… ¿cuáles son sus deseos para estos doce meses?

Principalmente, humanidad. Me vienen a la cabeza las personas exiliadas, las que sufren la guerra y el hambre, y no puedo evitar pensar que sus padres, madres, hermanos y familiares les quieren tanto como nosotros queremos a los nuestros. Tenemos una responsabilidad para con estas personas. No podemos mirar hacia otro lado. Y cada uno de nosotros puede hacer y aportar algo.

En lo político, remontar la situación de crisis y salir reforzados de la misma, avanzar en el afianzamiento de la paz, y en el derecho a decidir de Euskadi.

¿Qué papel cree que jugamos las familias numerosas en Euskadi?

Enseñamos a nuestros hijos e hijas a compartir, a ser personas solidarias, a respetarse, a cuidarse y a organizarse. Debemos educar en las relaciones basadas en la igualdad y en la no dominación, y contribuir a erradicar la violencia. Creo que es clave.

Es un aprendizaje para la vida que aportamos por la complejidad de la “gestión” de una familia numerosa.

Y no quiero que se me entienda mal. No somos madres y padres perfectos; tampoco lo son nuestros hijos e hijas. Pero es que no nos queda otro remedio que trasmitir estos valores, de lo contrario, el ambiente familiar sería irrespirable.

¿Cree que se valora justamente la aportación que estamos haciendo a nuestra sociedad?

No somos ni mejores ni peores que otras formas de familia. Yo pido respeto para todas ellas.

En su etapa en el Parlamento Vasco, fue una de las impulsoras de la aprobación en el año 2008 de la Ley de Apoyo a las Familias. ¿Qué piensa al ver que sigue sin desarrollarse ocho años después?

Lo veo con mucho pesar, pero la situación de crisis que hemos vivido ha sido tan dramática que los recursos de las administraciones, también mermados, se han dirigido a lo más urgente e inaplazable: ayudar a un colectivo que a raíz de la crisis sumaba cada vez más personas en situación o en riesgo de pobreza y/o exclusión.

Pero, ¿están realmente concienciados la clase política y gobernantes del problema demográfico que tenemos a medio y largo plazo en Euskadi?

El Lehendakari ha anunciado recientemente que va a liderar una estrategia compartida para el apoyo a las familias, con una dotación económica importante. La dificultad de la conciliación es un problema serio que tienen las familias en Euskadi para llevar a cabo su proyecto familiar y eso debe terminar. Es profundamente injusto para las familias y también para el futuro de nuestra sociedad. Corresponsabilidad, igualdad de derechos y obligaciones para ambos progenitores, flexibilidad horaria y servicios de apoyo son a mi juicio fundamentales.

Cuesta creer que no se hable más de ello. Ahora ha empezado el Lehendakari en los últimos discursos públicos, pero poco más…

Por mencionar al responsable político que tengo más cerca, el Diputado General de Gipuzkoa ha anunciado también un proyecto piloto en relación a la conciliación teniendo en cuenta el recorrido de los países más avanzados de Europa. Espero que entre todos acertemos en la estrategia para avanzar en igualdad, aprovechar al máximo el talento de nuestras mujeres y hombres, y poder disfrutar de nuestras familias y también de nuestros trabajos.

Sus homólogos de institución y de partido en Bizkaia han retirado desde este año 2017 la bonificación en el IBI a todas las familias numerosas de este territorio. ¿Qué le parece esta medida?

Yo represento a una institución parlamentaria y respeto las decisiones adoptadas por las mayorías democráticas.

¿Se han planteado algo similar en Gipuzkoa?

En relación al IBI, no se ha planteado ninguna iniciativa. En esta legislatura lo que destacaría es la aprobación por norma foral de la posibilidad de aplicar bonificaciones en el impuesto de vehículos.

A título personal, como socia, y a título profesional, como política y responsable pública, ¿cómo considera la labor que estamos desempeñando desde Hirukide?

La labor que desempeña Hirukide es excelente porque es activa, reivindicativa, nos mantiene informadas de las últimas novedades y actúa siempre con respeto, lo que desde mi punto de vista resulta particularmente eficiente.

¿Qué es lo que más valora?

Hirukide es la referencia del colectivo de familias numerosas. Eso lo dice todo.

Este próximo otoño celebraremos en Donostia nuestro congreso de Hirukide. Esperamos que nos pueda acompañar. Eskerrik asko!

Yo también lo espero. Eskerrik asko zuei eta laster arte!

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