Las familias felices se parecen

Las familias felices se parecen

Fuente: EL CORREO 15 sept 2019.

EL CORREO 15 sept 2019.

La familia numerosa es una especie a la que habría que proteger. El ser humano es un animal nacido con muchos dones, pero también con algunos estigmas, como la insatisfacción. Se añora más lo que nunca se tuvo. Los hijos solos hubieran querido hermanos a quienes imaginan comprensivos y sabios. Se pasan la vida convirtiendo en hermanos ideales a los amigos del alma que creen descubrir precipitadamente, casi a primera vista. Les hubieran venido bien los hermanos aunque solo fuera para que aprendieran muy pronto que no son el centro del mundo. Los hermanos numerosos temen que su individualidad se diluya, se figuran a veces que no son los favoritos. La sangre tira, suele decirse, pero a veces tira a matar. Hay hermanos muy unidos, pero también están los que se ven poco, e incluso los que no se pueden ni ver.

Varias generaciones atrás eran frecuentes las familias numerosas, algo sorprendente considerando que los tiempos eran notablemente más difíciles. Pero bueno, se las iban arreglando, en el mejor de los casos se convertían en sociedades de socorros mutuos en las que los hermanos mayores echaban una mano en casa en cuanto podían, muchas veces desde la adolescencia, poniéndose de aprendices en un oficio, renunciando a sueños que sabían imposibles, que consideraban poco menos que frívolos, como por ejemplo estudiar. Cuántas veces se ha contado la historia del maestro que llamaba a los padres para que los estudiantes aplicados siguieran estudiando, pero no podía ser. No está mal recapacitar sobre la historia reciente cuando sentimos la tentación de compadecernos por las dificultades actuales.

Las familias numerosas no son ya el resultado de una opción religiosa, se están convirtiendo en una necesidad civil y deberían estimularse con ayudas que no sean solo simbólicas sino verdaderamente significativas. Al margen de sentimentalismos, a una sociedad como la nuestra le sale más barato y es más práctico subvencionar la natalidad y los gastos de la crianza que sufrir las consecuencias del envejecimiento poblacional.