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Conciliar es hacer familia
A lo largo del mes de noviembre, desde Hirukide hemos participado en dos foros de debate centrados en la conciliación laboral y familiar. Ambas han constituido otra nueva oportunidad para trasladar nuestras inquietudes y reivindicaciones en una materia en la que las familias numerosas tenemos mucho que aportar.
En el Forum Azkoitia, jornadas de dos días en las que se abordó la problemática desde múltiples puntos de vista, a Hirukide nos solicitaron que lo hiciéramos desde la perspectiva familiar y la importancia de la Educación en Valores. Posteriormente, dimos una ponencia y nos reunimos con la Comisión de Innovación y Sociedad del Conocimiento de Juntas Generales de Gipuzkoa, desde donde se está invitando a diferentes especialistas y entidades a trasladar sus propuestas en materia de conciliación laboral y familiar.
En este breve artículo esbozaremos varias de las ideas que les trasladamos y tratamos. Algunas de las necesidades, problemas y quebraderos que sufrimos las familias con hijos/as a raíz de la falta de armonización de la vida laboral y familiar.
PRINCIPALES PROBLEMAS DE CONCILIACIÓN QUE ENCONTRAMOS LAS FAMILIAS.
1. Embarazo y primeros meses de vida de los hijos/as.
Es mucho lo que se ha avanzado desde el punto de vista legislativo, pero no es suficiente.
2. La falta de coordinación o compatibilización de horarios escolares y jornada laboral.
En la necesidad de equiparar horarios laborales y escolares, se encuentra uno de los mayores factores de estrés y falta de calidad de vida de muchas parejas.
3. Duración de las vacaciones escolares frente a las laborales.
Más de 90 días, distribuidos entre verano, Navidad, Semana Santa, semana blanca, etc… frente a la mayoría de madres y padres que tenemos 30 días.
4. Las enfermedades de los hijos/as o personas dependientes.
Son miles las familias que no cuentan con familia cercana para solventar esta eventualidad y se encuentran ante la disyuntiva de cómo organizarse, qué hacer con ellos.
Son múltiples las necesidades concretas de conciliación, pero hemos querido reseñar estas cuatro, ya que según hemos constatado con nuestra experiencia, son las más demandadas y las que en mayor medida destacan los diferentes estudios realizados sobre la materia.
En la encuesta de nuestra web de hace unos meses preguntamos: ¿Qué tipo de medidas de conciliación laboral y familiar considera más adecuadas? Dábamos 5 posibles respuestas para elegir y los datos fueron bastante concluyentes:
Equiparación horarios/jornadas laborales y escolares……………………………………55%
Ayudas económicas para reducción o excedencia laboral………………………………22%
Apertura colegios en periodos vacacionales con servicios subvencionados…………15%
Ayudas a la contratación de cuidadores/as…………………………………………………7%
Otros…………………………………………………………………………………………………1%
De esta forma, nos encontramos con que el 70% de las familias quieren que se tomen medidas relacionadas con los horarios o calendarios escolares. Frente a ellas, tan sólo un 29% optan por algún tipo de ayuda económica directa para reducir su jornada o el coste de contratar a una persona cuidadora. Esto nos hace pensar que, aun siendo muy útiles y necesarias, las ayudas económicas directas y algunas de las medidas que se están llevando a cabo no son la principal solución al problema de la conciliación.
DESDE UN PUNTO DE VISTA EMPRESARIAL
Las empresas deberían ser parte interesada en aportar ideas para armonizar la vida personal y familiar, ya que los efectos negativos de una situación de conflicto no son otros que la insatisfacción laboral, un menor rendimiento y dedicación, excesiva rotación de personal, empeoramiento de la calidad de vida de las personas trabajadoras, estrés, etc.
Como primer e imprescindible paso, reclamamos un cambio en la cultura de trabajo o empresarial que tenemos. Una cultura que aún se basa en el presentismo y largas jornadas laborales. Nuestra jornada laboral es más larga que la del resto de países de la Unión Europea, sin embargo, el resultado no es mejor, es sensiblemente peor. Nos mantenemos en el vagón de cola de Europa en cuanto a productividad. Hay que distinguir entre estar en el lugar de trabajo y estar trabajando. Hay que premiar al trabajo efectivo y bien hecho más que la presencia.
Aquí entra en juego la racionalización de los horarios y la implantación de prácticas empresariales como:
1. Flexibilidad en el tiempo de trabajo.
2. Flexibilidad en el lugar de trabajo.
3. Flexibilidad en la carga de trabajo.
4. Servicios empresariales a los trabajadores/as.
El denominador común en todas ellas es que no se trata aquí de conceder nuevas ausencias al trabajo, sino de intentar compatibilizar las necesidades organizativas de la empresa, con las necesidades personales y familiares de la persona trabajadora.
CENTROS EDUCATIVOS
Es innegable que falta sincronía entre los horarios de trabajo del padre, la madre, y las escuelas infantiles, la ikastola o el instituto de los hijos/as. Pero es muy importante tener presente que, esta dificultad de conciliación, no es propiamente un problema escolar, pedagógico o docente, sino que es un problema social. Si no tenemos presente esta cuestión, podemos caer fácilmente en el error de estirar la jornada escolar hasta alcanzar a la laboral…
No obstante, lo que las madres y padres solicitamos no es una ampliación de los horarios o periodos docentes, sino la prestación de unos servicios mínimos que nos den cierta cobertura para que de manera puntual o habitual podamos hacer uso de ellos. En algunos centros ya se están implantando, pero en muchos otros aún no han llegado ni a planteárselos.
• Servicios de guardería de media hora o una hora por las mañanas o tardes, para niños/as de infantil y primaria.
• Servicio de Estudio por las tardes, para niños/as de primaria y secundaria.
• Colonias o campamentos vacacionales, especialmente en los periodos no cubiertos por los servicios municipales y con un horario más completo y útil de cara a la conciliación.
• Actividades extraescolares, que siempre es mejor que realicen en el propio centro docente, en lugar de tener que desplazarse a otra ubicación.
Estos son algunos de los servicios más demandados, que vienen a unirse a la reclamación de evitar las medias jornadas en el comienzo y final de curso (septiembre y junio). De igual forma, los periodos de adaptación en las escuelas infantiles y en el primer curso de infantil consideramos que deberían ser más flexibles y consensuados con los padres y madres según la necesidad y adaptación de cada niño/a.
TRANSMISIÓN DE VALORES
Para llevar a cabo estas medidas e implantar y alcanzar una real conciliación, es imprescindible la concienciación y sensibilización, transmitiendo los grandes valores democráticos como la Justicia, la Solidaridad, la Libertad o la Igualdad. Las instituciones juegan un papel crucial en esta transmisión, primero viviéndola en primera persona y posteriormente trasladándola al resto de la sociedad. La conciliación podemos debatirla desde un punto de vista de necesidad social, de cambio de los tiempos o de racionalización de horarios… pero debe basarse y fundamentarse en los grandes y pequeños valores que debe haber en toda democracia y sistema social.
¿Cómo vamos a hablar a un empresario de la necesidad de una baja maternal, una reducción de jornada o una flexibilización de horarios, si no es capaz de valorarlo desde un punto de vista de justicia, igualdad, solidaridad o sensibilidad…? De igual forma, ¿cómo va un gobernante a desarrollar una reforma laboral, un sistema de incentivos fiscales o revisar convenios colectivos o sistemas de pensiones… sin integrar estos valores? A la par, y por no dejar fuera a ninguna de las partes, ¿es realmente posible todo esto sin que los propios trabajadores/as se beneficien de esta hipotética conciliación, trabajando con justicia, honestidad, profesionalidad, productividad y solidaridad?